Triple choque

Yolanda y Pablo

A la izquierda del PSOE hay una áspera lucha por el poder entre el líder histórico de Podemos y la vicepresidenta de la sonrisa para la que “sumar” es la solución

Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, en el Congreso, en septiembre de 2019.

Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, en el Congreso, en septiembre de 2019. / Jose Luis Roca

Joan Tapia

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Jordi Évole, con su sutil mezcla de buen rollo y mala baba, invitó el domingo a la vicepresidenta que aspira a Presidenta. Yolanda oculta bajo el abanico de sonrisas una férrea determinación. Y se salió, aunque Évole, que jugaba en campo propio, fue mostrando los pelos que dejaba en la gatera.

Se enfadó mucho cuando, sin consultárselo -tampoco a Podemos-, Pablo Iglesias, un viejo amigo con el que no siempre piensa lo mismo, la nombró su relevo en el Gobierno y candidata a Presidenta. ¿Autoritarismo machista, como algunos gestos de Pedro Sánchez? Quedó flotando. Y aceptó la designación. Por responsabilidad. Pero ahora las relaciones entre los dos son malas. Yolanda no replica los ataques de Pablo, pero lo encuentra “gruñón”.

¿Qué les pasa? Yolanda admite que ha volado porque “las mujeres no son de nadie” y, otra vez por responsabilidad, ha recorrido 20.000 kilómetros para crear Sumar para la que -no lo dice- nadie la ha elegido. Quiere reunir a Podemos y a una serie de grupos -también a la izquierda del PSOE- que a veces (Errejón y Más Madrid) chocaron con Pablo. Iglesias quiere un pacto bilateral con Yolanda y luego negociar desde arriba con los “otros”. ¿Qué más les separa? “Dos no acuerdan si uno no quiere”, dice Yolanda. “Queremos lo mismo, pero yo con mi estilo y gritando menos”. 

Cierto. Mientras Pablo enfatiza la distancia con el PSOE y “el sistema”, Yolanda sonríe y dice que su aspiración es mejorar las condiciones de vida de la gente. ¿Deje democristiano? “Hay gente que lo está pasando muy mal” y no puede ser que al final haya dos listas a la izquierda del PSOE y gane la derecha. Sería “tremendo”. Ella no lo quiere y la pelea de estos días desmoviliza. La culpa, del “gruñón”.

Hay tres choques fuertes. De organización: ¿el eje es Yolanda o Podemos? De estilo: ¿Sonrisa cómplice o grito hosco de 2015? De liderazgo: combate entre dos 'gallos' que pinta que acabará mal. Y ¿por qué son peores el PSOE o la derecha? De eso, ni palabra. Yolanda (y Jordi) ya lo saben.

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