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Laura Borràs, ya es hora de dimitir

Laura Borràs

Laura Borràs / RICARD CUGAT

Gemma Martínez

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El culebrón de Laura Borràs ya no puede tener ninguna temporada más. Ya es hora de que la presidenta de Junts, condenada a cuatro años y medio de cárcel por prevaricación y falsedad documental, abandone un victimismo que no puede ser más cansino. Ya es hora de que dé un paso atrás y renuncie a la presidencia del Parlament, algo que ya pudo hacer en dos ocasiones anteriores, cuando se le abrió juicio oral por el caso y cuando fue suspendida de sus funciones en la cámara. Ya es hora de que lo haga a pesar de que los jueces hayan solicitado un indulto para ella porque consideran que la pena privativa de libertad que le imponen es excesiva.

Ya es hora de que Borràs renuncie antes de que nadie más se lo exija, por mucho que la sentencia recién conocida todavía no sea firme o que un reglamento le permita aferrarse al escaño en el Parlament. Ya es hora de que su salida se materialice y permita a la institución que todavía preside dejar atrás un limbo que dura nueve meses. La interinidad en la que vive la cámara catalana, cuna de la soberanía popular, es inadmisible.

Ya es hora de que su partido, si ella se niega e insiste en su empecinamiento, la aparte del cargo y de que designe a otra persona para ocupar la presidencia del Parlament que pactó en los acuerdos de investidura del Govern de Pere Aragonès.

Ya es hora de que todos los partidos políticos de la cámara, si Junts y ella no dan su brazo a torcer, recuerden que mayo tiene muchos más atributos que ser un mes de elecciones municipales y que se pongan de acuerdo en qué fórmula utilizar para forzar la renovación en la presidencia del Parlament. Ya es hora de que se decidan entre una vía política (pactar una nueva presidencia), una vía administrativa (recurrir a la Junta Electoral) o una vía reglamentaria (la propuesta del PSC).

Catalunya, sus ciudadanos y sus instituciones se merecen algo mejor que este culebrón. Ya es hora.

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