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Yolanda Díaz y la partida de Barcelona

Ada Colau y Yolanda Díaz

Ada Colau y Yolanda Díaz / Ferran Nadeu

Albert Sáez

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Tres escenas en menos de una semana. Pedro Sánchez encumbra a Yolanda Díaz en la moción de censura de Tamames y la convierte en su apuesta personal para repetir el gobierno de coalición tras las elecciones de diciembre. Los palmeros de la Moncloa llegan a hablar de "tiquet". Yolanda Díaz avisa de que su principal implicación en la campaña de las municipales será con Ada Colau en Barcelona. A falta de Podemos, el principal activo del proyecto Sumar que se presenta hoy es la alcaldesa de Barcelona. En los cuarteles electorales, como ha explicado Toni Sust, crece la sensación de que Colau esconde un voto oculto que puede provocar que el triple empate con Trias y Collboni acabe con un desenlace que la deje en primer lugar. Sudor frío en algunos despachos. Si Colau queda primera, hará falta un acuerdo a tres bandas para vetar su acceso a la alcaldía. El fantasma de Manuel Valls persigue a cierta Barcelona.

Estas tres fotos llevan a una secuencia muy diferente si se visionan en orden inverso. Si Colau queda primera y hay que organizar una mayoría alternativa como desean tantos, ¿Qué orden dará Pedro Sánchez? ¿Qué necesitará el PSOE que haga el PSC para llegar a las elecciones de diciembre con la expectativa de renovar la coalición? Yolanda Díaz sin Colau en Barcelona puede ser casi nada a esas alturas. Más sudor frío en algunos despachos. Igual se han pasado de frenada insuflando oxígeno a Colau a través de Trias y, ahora que el posconvergente se desinfla, le regalan el primer puesto a la actual alcaldesa. La seriedad de Salvador Illa en la política catalana hace que muchos empresarios y directivos olviden que Sánchez gobierna gracias a Colau. Son los mismos que hacen ver que Trias nada tiene que ver con Borràs o Ponsatí, pero sin sus votantes no podría ni aspirar a la victoria. La cosa se pone más que interesante porque ya se sabe que los partidos organizan las campañas en base a las expectativas. Y ahora planea la posibilidad de que la presuntamente finiquitada Colau acabe sorteando cargos al mejor postor con el PSC parando los pies al PSOE como en 2006 y los republicanos recuperándose de una pequeña debacle.

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