La cuadratura del círculo de las pensiones

El ministro Escrivá cuadró el círculo logrando una reforma de las pensiones del agrado de la Comisión Europea, Podemos y los sindicatos. Quedó fuera la patronal y el PP está sumergido en la duda entre ponerse del lado de la CEOE o de Bruselas. La seriedad del economista riguroso que es Escrivá está siendo emponzoñada por el situacionismo de Sánchez, para quien no existe otro principio inviolable que su supervivencia en el poder. De manera que el paso del tiempo va poniendo en evidencia los efectos colaterales de ese juego de magia del acuerdo con Podemos y la UE.

La Airef, organismo en el que el ministro se forjó su buena fama, ha denunciado que la nueva fórmula de financiación de las pensiones va a impactar con un punto más de déficit sobre el PIB a medio plazo. No es poco puesto que nuestro déficit ya está suficientemente estresado y, a lo más tardar en 2024, Bruselas nos va a volver a sacar la tarjeta roja. Ahora, Gabriel Ubieto desmenuza otra derivada de la reforma: el impacto en el empleo. Los expertos descartan que frene la creación de ocupación pero sí advierten de que puede frenar ciertos aumentos salariales, especialmente en algunos colectivos como los médicos, los cargos intermedios y los empleados de banca, sectores con mejores rangos salariales. No sé si cuando Podemos exigía que pagasen más los que más cobran estaba pensando en ellos. De todas maneras, es contradictorio que una coalición que hace bandera de los incrementos salariales luego los penalice de esta manera.

Escrivá, como tantos otros, ha quedado atrapado en la telaraña de Sánchez, en la que solo se puede trepar demostrando la máxima fidelidad al líder hasta el punto de emular miméticamente sus contorsionismos manteniendo en toda circunstancia la fe ciega en la victoria. Miremos el perfil de los nuevos ministros para entender de qué estamos hablando. La incógnita es al servicio de quién se pondrán todos estos peones tan bien situados el día que salte Sánchez. No les resultará fácil sobrevivir en su propio partido.

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