Artículo de Joan Torras Ragué

Crisis de confianza y liquidez

Las autoridades continuarán incrementando tipos para intentar frenar la inflación, pero también se inyectará la liquidez que haga falta para reducir el riesgo de una crisis de confianza global

Los mercados acogen con temor la compra de Credit Suisse por parte de UBS

Los mercados acogen con temor la compra de Credit Suisse por parte de UBS

Joan Torras Ragué

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El buen comportamiento de las acciones de entidades financieras que hemos vivido desde principios de año se ha visto perjudicado por la crisis de los últimos días. Debemos aprender varias lecciones de inversión. Por un lado, la desestabilización del sistema financiero a raíz de la tormenta desatada por Silicon Valley Bank, Signature Bank y Credit Suisse ha provocado un aumento de los diferenciales de tipos de interés en renta fija privada, especialmente de la deuda financiera, reflejándose así el mayor riesgo que prevé el mercado en esta tipología de activo, que, de prolongarse, podría perjudicar a las entidades financieras a futuro, debido a que sus costes de financiación se incrementarían. De todos modos, cuando la crisis remita esperamos que los diferenciales se normalicen de nuevo. 

Por otro lado, a medida que la tormenta ha ido amainando, los Bancos Centrales de los dos grandes bloques, Estados Unidos y Europa, han suministrado liquidez a las entidades financieras e incluso la FED ha implicado a la gran banca de inversión para rescatar a First Republic Bank. Las autoridades se han esforzado en diferenciar entre la política de tipos de interés y las políticas de liquidez, es decir, se continuará incrementando tipos para intentar frenar la inflación, pero también se inyectará la liquidez que haga falta en el sistema para reducir el riesgo de una crisis de confianza global, desatada por las entidades anteriormente mencionadas. De hecho, la compra de Credit Suisse por parte de UBS es un indicio más que nos muestra lo necesario que es acabar con la desconfianza. Esta ha aumentado la volatilidad en el sector financiero, pero a medida que las noticias negativas remitan, y los reguladores continúen reforzando su apoyo al sector, la situación volverá a la normalidad, y aunque la tensión en torno al sistema bancario pueda seguir durante un cierto tiempo, la crisis de confianza no se transformará en una crisis estructural, y pronto las cotizaciones bancarias y los diferenciales en renta fija privada empezarán a recuperar el terreno perdido, con lo que podría ser un buen momento de entrada.

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