La tribuna

Barça: operación A Por Ellos

¿Hay paralelismos entre el estallido del caso Negreira con la cuestión catalana? Todos: manipulación mediática, estigmatización social, justicia ideológica y política centralizadora

Florentino Pérez y Joan Laporta.

Florentino Pérez y Joan Laporta.

Pilar Rahola

Pilar Rahola

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El hombre-Estado del fútbol español, el rey Florentino Pérez, rompió el domingo una tradición: ir al Camp Nou. Según la prensa cercana –que en el caso del Madrid es la mayoría–, se podía encontrar con un clima muy "hostil", y había que evitar problemas. Dado que Florentino vino incluso el día del debut de Figo con camiseta blanca, la excusa tiene aires de alimentar el relato de un Barça inestable y peligroso, al estilo de esas "miradas de odio" que los guardias civiles aseguraban sentir en Catalunya. Nada es inocente, y menos cuando se trata de un asunto que mueve intereses millonarios, y la ofensiva contra el Barça por tierra, mar y aire es tan explícita que no permite ingenuidades.

Esto va en serio. El clima que se ha creado contra el Barça es brutal –Toni Freixa decía en el 'Fax' de 8tv que no lo había visto nunca– y se está disparando desde todos los lados, aprovechando un asunto que no tiene pies ni cabeza porque queda desmentido al primer segundo de plantearlo: la posibilidad de que el Barça hubiera pagado a los árbitros por ganar partidos. Si hay una verdad irrefutable en la historia del fútbol es que el Barça nunca ha tenido –y en este caso "nunca" adquiere categoría de verdad cósmica– el favor de los árbitros, sino que ha sufrido históricamente todo tipo de perjuicios.

A partir de ahí puede haber muchas hipótesis respecto al motivo por el que los presidentes del Barça han hecho el panoli pagando un aprovechado que es evidente que les ha levantado la camisa. Me decía alguien que tiene mucha mili en el Barça que cuando Núñez comienza esta relación lo hace con la idea de que conseguirá algo de neutralidad si alguien como Negreira les ayuda a entender la situación, pero más allá de eso, ni se quería pretender nada más (porque era inimaginable) ni ha pasado nunca. Y si no ha pasado, ¿de qué estamos hablando? A pesar de la futilidad de la acusación, se ha creado de inmediato una ofensiva desde todos los flancos: la fabricación de un relato mediático demonizador, la intervención, a velocidad de la luz, de la fiscalía del Estado, y el posicionamiento político del gobierno Sánchez señalando al Barça. Es decir, como ocurre con la cuestión independentista, la Fuenteovejuna española se activa, "todos a una", contra el mismo enemigo. ¿Hay paralelismos con la cuestión catalana? Todos: manipulación mediática, estigmatización social, justicia ideológica, política centralizadora...

¿Cuál es la intencionalidad de todo esto? Sin duda el objetivo es doble: abatir a Laporta e inestabilizar al Barça, con la intención final de convertirlo en SA y poder controlarlo. Las evidencias también están claras. Por un lado, UEFA y FIFA, contrarios al proyecto de la Superliga europea, que amenaza su ingente negocio. De hecho, Negreira les ha ido al pelo, porque la unión Laporta-Florentino a favor de cambiar las reglas del juego -sobre todo a raíz del fenómeno de los club-Estado- se ha ido al garete. En paralelo, los intereses del poder inmobiliario español, que necesitaría de un Barça más frágil y de un presidente más dócil para garantizar sus negocios. Y finalmente, el mismo Estado, que ve en el Barça -y en Laporta- una poderosa seña de identidad catalana, que lógicamente rema en la dirección contraria a la españolización. De hecho, en una nación sin soberanía y permanente represión, el Barça es casi una estructura de Estado.

También en este sentido existen pocas dudas: la rapidez de la fiscalía al actuar contra el Barça, y el comportamiento del propio Gobierno español, tan rápido a la hora de personarse contra el Barça como rápido al desaparecer del caso Pegasus o la operación Cataluña. Al fin y al cabo, nadie duda de que un Barça, SA sería controlado de inmediato por los poderes 'ad hoc' que ya se han quedado todo el resto de estructuras fundamentales, desde La Caixa hasta las energéticas.

¿Pertenece el caso Negreira a la operación Cataluña? En cualquier caso, es el mismo 'modus operandi' y con la misma intención: debilitar todo lo que refuerza nuestra identidad nacional. Por eso Laporta es la pieza mayor de la cacería -aunque por el camino la apisonadora pase por encima de Rosell o Bartomeu- y por eso el Barça es el objetivo. Dinero, poder e ideología, los tres elementos de la tormenta perfecta que cae sobre el club. Laporta asegura que ganará la batalla. Así lo esperamos, pero nunca había tenido frente a tan poderosa ofensiva.