En clave europea

Malestar político en la UE

El triunfo en las urnas del nuevo partido rural holandés pone de manifiesto la creciente desafección de los ciudadanos hacia sus gobernantes en los países de la Unión Europea. La decisión de Macron de aprobar por decreto la reforma de las pensiones tendrá funestas consecuencias para la estabilidad de Francia y de los Veintisiete

Miembros del partido rural holandés BBB cuelgan banderas para festejar su victoria en los comicios, este miércoles.

Miembros del partido rural holandés BBB cuelgan banderas para festejar su victoria en los comicios, este miércoles. / VINCENT JANNINK ( EFE

Eliseo Oliveras

Eliseo Oliveras

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La victoria esta semana del nuevo partido rural holandés (BBB) en las elecciones provinciales, que determinan la composición del Senado de los Países Bajos, y el retroceso del Partido Liberal (VVD) del primer ministro Mark Rutte y de los otros tres partidos de la coalición gubernamental constituyen un nuevo aviso del malestar político y social existente dentro de la Unión Europea (UE) y del descontento de los ciudadanos hacia los partidos y los gobiernos nacionales. La decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de aprobar por decreto la impopular reforma de las pensiones, porque no disponía de votos suficientes en la Asamblea Nacional, supone también un mazazo antidemocrático, que ensancha la desconexión entre el Gobierno y la mayoría de la población y que tendrá funestas consecuencias a largo plazo para la estabilidad política de Francia y de la UE.

El Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB), fundado en octubre de 2019, fue la fuerza más votada en las 12 provincias holandesas (19,7% del total), logrando el 24% de los 572 puestos de los consejos provinciales. Esto convertirá al BBB en la principal fuerza del Senado, con 15 de los 75 escaños, según los datos provisionales. El BBB ha capitalizado el malestar rural contra el plan del Gobierno para reducir las emisiones de nitrógeno, que implicará suprimir el 30% del ganado holandés y el cierre millares de explotaciones agrarias. El BBB también ha captado el descontento general de la población, el rechazo a la gestión tecnocrática y parte del voto de protesta antigubernamental del que se nutrían los ultraderechistas Partido por la Libertad (PVV) y Forum por la Democracia (FVD), que perderán globalmente 11 escaños en el Senado. El éxito del BBB contrasta con el mal resultado de la coalición gubernamental de Rutte, que perderá 8 escaños en el Senado y sólo sumará 24. La oposición (verdes y laboristas) se presentó por primera vez un frente común, pero sólo gana globalmente un escaño en el Senado, sumando 15.

La arrolladora victoria ultra en las elecciones italianas de septiembre de 2022 ya fue un aviso sobre el descontento social por la gestión de los gobiernos, la pérdida de poder adquisitivo y el aumento de la desigualdad. Giorgia Meloni, líder de un partido de raíces posfascistas, Hermanos de Italia, y admiradora del autoritario primer ministro húngaro, Víktor Orban, se convirtió en la presidenta del Gobierno de la tercera potencia económica de la UE. El Partido Popular Europeo (PPE) se apresuró de nuevo a blanquear a la ultraderecha, participando en el Gobierno italiano. Tras el pacto gubernamental con los ultras suecos, el líder de los populares europeos, Manfred Weber, impulsa formalizar una alianza global con la ultraderecha en la UE.

Desconfianza hacia los partidos

El sondeo Eurobarómetro de la Comisión Europea del pasado febrero revela la gran desconfianza de los ciudadanos hacia los partidos políticos y los gobiernos nacionales e incluso un retroceso en la confianza en la UE, que bajó al 47%. El 75% de los europeos indicó que no confiaba en los partidos políticos. Sólo el 21% declaró confiar en ellos. Incluso en Dinamarca, Suecia y Finlandia la desconfianza fue dominante y llega al 75% o por encima en Bulgaria, Republica Checa, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Portugal, Eslovenia y Eslovaquia. Sólo el 32% de los europeos afirmó confiar en su Gobierno nacional, mientras que el 63 % indicó que no confiaba en él. La desconfianza supera ese 63% de media en Bulgaria, República Checa, Grecia, España, Francia, Croacia, Chipre, Polonia, Rumanía, Eslovenia y Eslovaquia.

En este contexto, la decisión de Macron de aprobar por decreto la reforma de las pensiones agravará aún más la desconfianza ciudadana y favorecerá el voto de protesta a favor de la ultraderecha y de fuerzas antisistema. En menos de un año, Macron ha recurrido 11 veces al artículo 49.3 de la Constitución para aprobar por decreto leyes y presupuestos por falta de apoyo parlamentario. A diferencia del presidente Jacques Chirac, Macron se comporta como si olvidara que logró la presidencia gracias al masivo voto ciudadano para impedir una victoria de la ultraderechista Marine Le Pen, no por su programa. Desde 1992, el primer ministro socialista Manuel Valls (2014-2017) fue quien anteriormente más había recurrido a aprobar por decreto leyes controvertidas por carecer de apoyo parlamentario (6 ocasiones, incluida la reforma laboral), lo que contribuyó al hundimiento socialista en las elecciones de 2017.

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