Artículo de Jordi Alberich

Eroski se desmarca

La cadena traslada a España una medida similar a la recién acordada por el gobierno francés y algunas grandes distribuidoras para ofrecer cestas anti-inflación

Eroski se aparta del bloque español y lanza una cesta de la compra 'antiinflación' con 1.000 referencias

Eroski se aparta del bloque español y lanza una cesta de la compra 'antiinflación' con 1.000 referencias

Jordi Alberich

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Con el anuncio de 'La cesta que enamora', Eroski ha roto la unidad que mostraban las principales empresas de supermercados y refuerza, aún más, el debate sobre el peso determinante de la alimentación en la pertinaz inflación. Una problemática muy preocupante que golpea a todos los países europeos que, sin demasiado éxito, han intentado intervenir en la cadena alimentaria. 

Con su iniciativa, Eroski traslada a España una medida similar a la recién acordada por el gobierno francés y algunas grandes distribuidoras para ofrecer cestas anti-inflación; un último cartucho con que responder al alza descontrolada de precios. Una pretensión cargada de buena voluntad, pero de efectos dudosos, pues a los factores objetivos que sustentan el alza de precios, el coste de las materias primas o la energía, se añade la extraordinaria complejidad de la cadena alimentaria, lo que imposibilita la intervención pública.

Por ello, más allá de que la administración reduzca impuestos sobre productos básicos, la contención de precios a corto plazo solo puede venir de la eficiencia y voluntad de quienes participan en la enrevesada cadena, especialmente las grandes distribuidoras. Unas pocas compañías ostentan una posición dominante en la venta al detalle y, además, mantienen posiciones determinantes en la producción, a través de sus cada vez más relevantes marcas blancas. 

En este marco, la cesta de Eroski tiene dos ventajas: el romper la imagen monolítica del sector y el ir más allá de los descuentos y promociones habituales, ofreciendo un paquete singular y compacto de productos a precios especiales. En unas semanas, tendremos la oportunidad de comprobar el efecto real de la iniciativa, si incide en el bolsillo de las familias o si no va más allá de una brillante idea comunicativa. En cualquier caso, no esperemos demasiado de esta o similares cestas que acaben proponiendo otras empresas. La dinámica de formación de precios es imposible de reconducir a corto plazo. 

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