Marc@Royo

El postureo se viste de morado

La comunicación será paritaria cuando desaparezcan los premios a la publicidad no sexista. Porque la publicidad no inventa nada, sino que es el reflejo de la sociedad

Una mujer sostiene un lazo morado en una manifestación del 8 de marzo por la igualdad en Bilbao.

Una mujer sostiene un lazo morado en una manifestación del 8 de marzo por la igualdad en Bilbao. / EFE

Marta Royo Espinet

Marta Royo Espinet

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-"Claudia, ¿ya tenéis en mente que el 8 de marzo se celebra el día de las mujeres?

-"Amigo Juan, no te confundas. No celebramos nada, reivindicamos…"

- "Sí, sí, vale, vale, la igualdad. No empieces, por favor. Recuerda que tenemos que poner el perfil de empresa de Insta en morado. Y el de Facebook. Que Mar diseñe alguna imagen impactante para el Feed, como muy femenina, que a ella le queda muy cuqui. Pero que no se entretenga mucho. Igual con un lazo morado y algo del tipo Mujeres al poder, o algo que os guste. Y en el texto hastags del tipo #hoytodossomosmujeres #igualdadfemenina #diadelamujer #todaspodemos #nosotrastambientenosderechos, etcétera. ¿O mejor, ponemos #todespodemos, que es más moderno? Luís que se ocupe de LinkedIn, que redacte algún artículo sobre cómo nuestra empresa ha contribuido a la igualdad, con algunas cifras y datos, para dar más credibilidad al tema. Puede decir que en esta empresa el 80% de los trabajadores sois mujeres".

- "Casi todas en fábrica, en cargos directivos dime cuántas hay, por favor…"

- "No hace falta especificar, la cuestión es que somos una empresa que da trabajo a las mujeres, que eso no lo hace todo el mundo. Y respetamos y cumplimos las bajas por maternidad siempre que lo habéis necesitado. Esto que lo ponga también en el artículo. Y, si llegamos a tiempo, se me ha ocurrido un campañón para las revistas del corazón: una página entera en morado, la frase “Limpiamos los micromachismos” y debajo un bodegón de nuestros detergentes. Y, para darle más fuerza, 'Detersil, con la mujer desde 1970'. ¿Qué te parece? Antes de que me olvide, ¿cuándo vuelve a incorporarse Lorena de la baja maternal? Que vamos a tope…"

- "Buf!”

Una conversación, seguro que típica, de estos días…

8 de marzo. Semana del 8 de marzo, vaya. Las marcas se visten de morado: medios de comunicación, administraciones, automoción, telefonía, higiene, moda y un largo etcétera. Los comercios se suman al morado: globos, carteles, vinilos con frases reivindicando los derechos de las mujeres, descuentos especiales … En todos los sectores alguna cabeza pensante se iluminará y propondrá vestirse –disfrazarse- de morado. Porque es “tendencia”, porque toca, porque suma, porque “vende”. Un postureo fácil. Pero la consumidora no es tonta. Según datos de ThinkWith Google, fuente de investigación de Google en márketing digital, las marcas durante este año tendrán que dar prioridad a los hechos, no a las palabras. Deberán informar sobre sus progresos por alcanzar un determinado objetivo, para no caer en el 'purposewashing' (¡otro anglicismo!), en el lavado de propósito, cuando las marcas hablan de sus valores y objetivos, pero no los cumplen. Las marcas realmente comprometidas no esperan a un “Día Internacional” para actuar, para vocear al mundo lo buenas que son y lo bien que lo hacen. Su compromiso es diario y forma parte de su ADN. Trabajan en consecuencia y aplican sus valores tanto interna como externamente.

El 9 de marzo, o la semana ya del 17, el morado no será un valor en alza. Adiós al postureo. Ese color, elegido como símbolo de la lucha feminista, desaparecerá de los medios. El 'hashtag' #igualdadmujer ya no será tendencia, el discurso feminista estará démodé, las marcas volverán a la realidad, que no es nada igualitaria. Ni su comunicación. Dejémonos de morado y de frases bonitas. La comunicación será paritaria cuando desaparezcan los premios a la publicidad no sexista como reconocimiento del “esfuerzo” de las marcas por abordar la perspectiva de género. Porque la publicidad no inventa nada, la publicidad es el reflejo de la sociedad.Cuando una mujer pida un ascenso sin tener que pensárselo, cuando veamos a un niño disfrazado de bailarina, a una bebé vestida de azul, a un hombre acompañando a su suegra al médico, un congreso económico donde hay tantos ponentes hombres como mujeres, cuando estén extendidos los currículos ciegos, cuando los clubs de lectura lo formen igual número de hombres que de mujeres y nada de esto nos sorprenda, quizás veamos algo que se asemeja a la igualdad. 

Y por último, mando un mensaje para la sociedad, hombres y mujeres: no nos acordemos solo de Santa Bárbara cuando truena…