¡Ayuso, Presidenta!

Muchos tópicos podrían quedar hechos añicos a poco que se contrastaran con la realidad. Uno de los mantras más repetidos en determinados círculos de Madrid, a derecha e izquierda, es que el nacionalismo y el independentismo son un invento de la alta burguesía catalana. Lo cual no tiene ni pies ni cabeza. Pero se sigue diciendo como si fuera una verdad categórica. Incluso es uno de los argumentos de cierta izquierda en Catalunya.

Y eso pese a las evidencias. Una tras otra, que no solo desmienten tamaña farsa. Es que apuntan exactamente en sentido contrario. En 2017, tras el referéndum, CaixaBank y Banc Sabadell dieron un mazazo en la mesa anunciando que trasladaban sus sedes sociales fuera de Catalunya. Luego es de sobras conocido qué tipo de sectores y gentes impulsaron y financiaron la candidatura de Manuel Valls en Barcelona. Y su generoso peculio por participar de la empresa.

Ayuso presume de una Comunidad de Madrid "abierta" frente a una Catalunya "excluyente"

Pero para más inri está el Círculo Ecuestre, el club empresarial más del gusto de la alta burguesía catalana y barcelonesa. Su última actividad fue invitar a la fascinante presidenta madrileña, Isabel Díaz-Ayuso, al selecto club muy mayoritariamente masculino.

Ayuso, en estado puro, fue ovacionada a rabiar por los asistentes con un argumentario que va a dejar en moderado al del nonagenario candidato de VOX a la presidencia del Gobierno, Ramón Tamames. Ayuso deleitó a la concurrencia. La suya fue una intervención orgásmica que sació como nunca al selecto club de comensales. Y se escucharon vítores de ¡Ayuso presidenta! Que ya lo es. Solo que de la Comunidad de Madrid. Pero los complacidos asistentes se referían a Ayuso como presidenta española, título al que hoy aspira un Feijóo que no tiene el carisma de Ayuso ni su conocido y celebrado desparpajo. Los sedujo como nunca. Se los metió en el bolsillo al minuto. Por poco la sacan a hombros como a un torero luego de cortar tres rabos.

Entre otras, se cebó sin tapujos contra Pedro Sánchez, Aragonès y Colau, que en el Círculo Ecuestre cosechan escasas simpatías para utilizar un eufemismo bondadoso. A Sánchez incluso lo metió de lleno en una orgía de sexo y drogas a cuenta del 'caso Berni'. Dio y repartió a discreción, sacó el látigo como si de una 'dominatrix' se tratara. Dando rienda suelta a sus mejores coletillas para regocijo de los presentes.

Suscríbete para seguir leyendo