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Natalia Sánchez, la madrileña más catalana

La actriz no tiene apellidos catalanes, pero ha debutado en el teatro hablando en catalán con un impecable acento

Las actrices Silvia Bel, Sara Espígul, Míriam Iscla y Natalia Sánchez en un selfie en los camerinos del teatro Borràs

Las actrices Silvia Bel, Sara Espígul, Míriam Iscla y Natalia Sánchez en un selfie en los camerinos del teatro Borràs / EL PERIÓDICO

Joan Vehils

Joan Vehils

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Si Jordi Pujol hubiera asistido este miércoles al estreno de FitzRoy tras la presentación de su libro, ‘Des dels turons a l’altra banda del riu’, seguro que hubiera quedado encandilado con la actriz, Natalia Sánchez. Bueno, con Natalia, pero también con Silvia Bel, Sara Espígul o Míriam Iscla. Las cuatro están que se salen. Digo lo de Pujol porque la librería Ona está a unos doscientos metros del teatro Borrás donde Pujol presentó libro a las siete y ellas estrenaron a las ocho. Nadie diría que Pujol tiene 93 años y menos aún que ha superado un ictus. Estuvo arropado por el expresidente Artur Mas, Santi Vila, Jaume Giró, Quim Nadal o Victoria Alsina y de empresarios como Joan Gaspart, además de cuatro de sus hijos. Saque la cabeza el tiempo justo para reafirmarme que, si la situación actual del país le pilla con diez años menos, volvería a la primera fila. Sigue mandando y sus fieles le siguen idolatrando.

Destacaba a la madrileña, Natalia Sánchez, porque debutaba en el teatro hablando en catalán y eso a Pujol le hubiera gustado. Lo cierto es que Natalia Sánchez Molina no tiene apellidos catalanes, pero brilló tanto como sus colegas y mostró un impecable acento. ‘Ha sido muy emocionante actuar con estas tres bestias del escenario y que la gente me diga que no se nota que no soy catalana’. Me comentó, Natalia, tras el brillante estreno. Pues eso, que la Teté de Los Serrano demostró estar a la altura de las mejores actrices catalanas y, encima, se le ha abierto una nueva puerta al poder interpretar en catalán. Eso sí, aquí el cine y el teatro no atraviesan su mejor momento. No obstante, ahora que se nos va el talento se nos va a la capital se agradece su esfuerzo por hablar con normalidad en catalán.

La obra de Jordi Galceran dirigida por Sergi Belbel es extraordinaria. FitzRoy sorprende desde el inicio. Es tan divertida como profunda y nos lleva a la reflexión en temas aparentemente superficiales. Sin duda, será un éxito. Veremos si algún día se traslada a Madrid. Allí, Natalia, jugaría en casa. O no…

En el Borrás hacía frío, pero el ambiente se fue calentando conforme avanzaba la obra. Así que vimos emocionados a los actores, Marc Clotet y Marc Martínez, parejas respectivas de Natalia y Sara Espígul. Grandiosa actriz es esta última. No faltaron los actores Carles Sans, Abel Folch, Pere Arquillué o Joel Joan. Los periodistas, Antoni Bassas, Fàtima Llambrich, Helena García Melero, Marius Carol y nuestras colegas, Laura Fa, Carme Barceló y la siempre estilosa, Gemma Mengual. Nadie echó en falta a algún político en campaña y solo el emprendedor, Jan Andreu, representó al sector empresarial tan poco comprometido con este tipo de teatro. Eso sí, al salir, la permanente sonrisa de la propietaria del Borràs, Maria José Balañá, delataba que el éxito está asegurado.

La restauradora Rosa Esteva junto a los chefs Joan Roca y Rafa Zafra

La restauradora Rosa Esteva junto a los chefs Joan Roca y Rafa Zafra / Alicia Garcia

El Mordisco de Rosa Esteva

Fue entrar en el Mordisco del Passatge de la Concepció y encontrarme con Jaime Alguersuari padre e hijo. Al primero le están preparando un merecido homenaje en Cheste al que asistirán Àlex Crivillé, Sito Pons o Sete Gibernau, mientras que Jaime Junior, el que fuera un buen piloto de Fórmula 1, triunfa ahora como productor musical y Dj. No eran los únicos que se acercaron a felicitar a Rosa Esteva, la propietaria del restaurante. Y es que este jueves, Rosa cumplió 82 años y allí citó a sus amigos. Barra libre para todos. A Esteva la denominarían hoy ‘una mujer emprendedora’, pero entonces, cuando empezó, era solo una mujer trabajadora. Eso sí, creativa y valiente como ninguna. Por eso triunfó hasta crear los restaurantes de moda de la ciudad. Pasaron a abrazarla los chefs, Joan Roca, Nandu Jubany, Rafa Zafra, el enólogo, Álvaro Palacios o Poldo Pomés, Àlvaro Alcolea y Clementina Milá. No faltaron amigos de todas las edades y, como no, su hija, Carla Tarruella, que también cumplía años. Y estuvo arropada por los empleados que la han acompañado durante casi toda la vida. Me refiero a sus inseparables, Ruben y Dinky, pero también a Mariscal, Anna y Beatriz. Y hubo bailoteo y buena música al ritmo del cantante y compositor, Morti, que ejerció de Dj. Pues eso, que seguro que Rosa Esteva ya está pensando en alguna nueva movida….

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