Artículo de Ester Oliveras

Justicia intergeneracional

A los seres humanos nos cuesta pensar que estamos solo de paso en este planeta. Y el sistema político que hemos creado refleja este cortoplacismo

¿Por qué no habrá 'paguilla' extra de las pensiones en enero de 2023?

¿Por qué no habrá 'paguilla' extra de las pensiones en enero de 2023?

Ester Oliveras

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Nuestros abuelos hablaban, o no, de las pérdidas sufridas durante la guerra. Nuestras madres, de la miseria de la posguerra. A cada generación le toca vivir acontecimientos sociales y económicos que la marcan y la acaban definiendo. En este sentido, los 'baby-boomers' que crecieron con 'Marco' y 'Mazinger Z', y que se van jubilando, han tenido bastante suerte. Períodos largos de progreso económico, no exentos de crisis económicas pero suficientemente espaciadas, acompañados por la instauración de la democracia, la entrada en la Unión Europea, y el desarrollo del Estado del bienestar. Pero, ¿qué ha pasado con las generaciones posteriores? ¿Qué futuro tienen?

Las personas jóvenes no lo están teniendo fácil. Hemos sufrido duras crisis en poco tiempo, períodos de elevado paro juvenil, precariedad, sueldos bajos, y un difícil acceso a la vivienda que retarda excesivamente la emancipación y la formación de una familia. En una encuesta reciente, los y las jóvenes prevén que su calidad de vida será inferior a la de sus padres. Y, aunque es solamente una percepción, hay indicadores objetivos que confirman que será así. Se ha demostrado que, en una trayectoria vital, las vivencias de infancia y juventud tienen un efecto mucho más profundo que otras etapas vitales, y que pueden tener consecuencias para el resto de la vida. Por ejemplo, una transición al mercado laboral en plena crisis puede marcar la progresión salarial a la baja, en comparación a aquellos que empiezan a trabajar en un período de bonanza económica.

Imaginemos que estos jóvenes consiguen emanciparse y cierta estabilidad laboral. En la siguiente etapa vital, se encontrarán con una sociedad envejecida de 'baby-boomers', con una esperanza de vida alargándose a pasos agigantados –posiblemente, con grandes dependencias– que requerirán de una gran proporción del gasto público. No solamente hablamos de pensiones, sino también de asistencia sanitaria y del tiempo de cuidados de personas mayores, que recae principalmente en mujeres. Se está construyendo una pirámide demográfica con más personas dependientes que contribuyentes, y ello supondrá una carga enorme para las generaciones venideras. La parte positiva es que, con una mirada más larga, esto no deja de ser una situación transitoria. En unas pocas décadas, los 'baby-boomers' seremos historia. 

Pero no se puede decir lo mismo de las condiciones en las que dejaremos el planeta. La concentración de los niveles de CO2, la contaminación del mar, la escasez de agua potable, el aumento de la temperatura, la pérdida de biodiversidad, o el agotamiento de los recursos naturales, no tienen marcha atrás. Y el horizonte para la posible recuperación y regeneración es de siglos y no de décadas.

La idea de justicia intergeneracional no es nueva. El influyente economista John Maynard Keynes, en un artículo de 1930 titulado "Las posibilidades económicas para nuestros nietos", afirmaba que, una vez se hubiera llegado a un determinado nivel de bienestar material, el enfoque debería estar más en cultivar "el arte de la vida" y menos en el acaparamiento de "bienes materiales de la vida". Y en 1987, el informe Brundtland "Nuestro futuro en común" define el desarrollo sostenible como aquel que "satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades."

Las decisiones políticas y económicas que se toman no son inocuas para los que vienen detrás. Pero a los seres humanos nos cuesta pensar que estamos solo de paso en este planeta. Y el sistema político que hemos creado refleja este cortoplacismo. Elecciones cada cuatro años, que obligan a promesas enfocadas a beneficios inmediatos que permitan a los partidos mantenerse en el poder. En este sentido, algunos países han empezado a experimentar con sistemas parlamentarios diferentes, que tienen en cuenta los efectos de las decisiones políticas a largo plazo. A mediados de los años 90, Finlandia creó un 'Comité por el Futuro' que vela por los problemas del futuro y que hace encargos, no a 4 años, sino a 50 o 100 años. ¿Se imaginan a los responsables políticos actuales respondiendo a las necesidades de niños y niñas que todavía no han nacido? 

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