Odio impune

Andaba la ciudad de Madrid desperezándose en día de derbi copero cuando una escena nauseabunda se hacía viral en redes sociales. "Madrid odia al Real" blanco sobre fondo rojo en una pancarta sobre un puente del que colgaba un muñeco ahorcado con la camiseta de Vinicius.

Es uno de los episodios más vergonzosos que recuerdo en los últimos tiempos. Y más allá de las condenas del At. Madrid, de la Liga, de la RFEF o del CSD , lo que hay que preguntarse es por qué llegan a suceder episodios tan deleznables como este, donde el racismo, la xenofobia y el odio utilizan el deporte y a una de sus figuras relevantes para recordarnos que hay mucho por hacer, mucha educación que dar y que es tarea de TODOS no mirar para otro lado ante la barbarie que asoma desde ese puente.

¿De qué sirve?

La Liga lleva años dando cuenta ante antiviolencia de cánticos racistas, impidiendo el acceso o retirando según qué pancartas, llenando los campos de cámaras de seguridad, vigilando a los aficionados de forma cada vez más estrecha y denunciando cualquier situación de odio que se produzca en los estadios.

¿Y de qué sirve? Los Mossos no llegaron a identificar a los aficionados que profirieron cánticos racistas, ante de las cámaras de la tele, contra Vinicius en el Camp Nou. No pasó nada. El pasado septiembre, centenares de aficionados del Atleti pensaron que eran buena idea recibir al brasileño cantándole "Vinicius eres un mono" fuera del estadio.

La Fiscalía Provincial de Madrid archivó la causa porque los cánticos "inapropiados e irrespetuosos" no integrarían un delito "contra la dignidad de la persona afectada" y fueron "un par de veces durante unos segundos". Alucinante. La próxima vez, que insistan más, les faltó decir.

Se anuncia reunión extraordinaria de la Comisión Estatal contra la Violencia, Racismo, Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte.Todos los apellidos de la comisión están en esa vergonzante pancarta, y no en la afición del Atleti ,que lleva todo el día agachando la cabeza humillada y abochornada por la actuación de unos delincuentes cuyo único color es el odio. Si quienes deben tomar medidas miran para otro lado, los cómplices son ellos. ¿Qué será lo próximo?

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