Cumbre España-Francia

Editorial

Los editoriales están elaborados por el equipo de Opinión de El Periódico y la dirección editorial

Editorial

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Tratado de Barcelona

La reunión entre Sánchez y Macron consagra un eje franco-español en Europa de importancia estratégica

Emmanuel Macron y Pedro Sánchez

Emmanuel Macron y Pedro Sánchez / FERRAN NADEU

Barcelona fue este jueves la protagonista de la cumbre hispano-francesa encabezada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y el del Gobierno español, Pedro Sánchez. En el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), los dos mandatarios firmaron el que será conocido como Tratado de Barcelona, el primer Tratado de Amistad y Cooperación que se firma entre los dos países y que Macron consideró como la reparación de una anomalía, dadas las estrechas relaciones durante muchos años entre los dos países, pero que no se habían concretado en un acuerdo como el suscrito ahora. El tratado es de gran importancia porque solo Portugal estaba hasta ahora ligado a España con esa solemnidad mientras que Francia solo tiene acuerdos similares con Alemania, el Tratado del Elíseo de hace 60 años, y con Italia, el Tratado del Quirinal firmado en 2021.

Pero, más allá de la retórica, el tratado y los acuerdos sectoriales firmados por los ministros consagran un eje franco-español en Europa -ambos países se coordinarán a partir de ahora en las grandes decisiones de la UE-, en el campo de la energía o en los transportes, con las interconexiones ferroviarias. Con el acuerdo BarMar o H2Med, el hidroducto que enlazará Barcelona con Marsella en el año 2030 y trasladará dos millones de toneladas anuales de hidrógeno verde, España se convertirá en líder energético europeo y se integrará en el sistema de energía de la UE. Y Barcelona será el nudo del que partirá la energía verde del futuro hacia los países europeos beneficiándose de una inversión millonaria europea.

Ambos mandatarios destacaron que el tratado hispano-francés refuerza a la UE en un momento difícil debido a la guerra de Ucrania, ante la que mantienen posiciones similares, y por la decisión de Estados Unidos de lanzarse a combatir la inflación y a favorecer las inversiones verdes con un plan de subsidios de 370.000 millones de dólares que puede perjudicar seriamente la competitividad de la industria europea. Este asunto dominó la conferencia de prensa conjunta de Sánchez y Macron. Ambos saludaron que Joe Biden apueste por la industria verde, pero alertaron de que no puede perjudicar a Europa, que debe enfrentarse unida al problema. 

La manifestación convocada con motivo de la cumbre no la deslució, sino que evidenció la división dentro de este movimiento, con una minoría que abucheó y llegó a insultar a Oriol Junqueras, antes de que acabara la concentración que sumó una asistencia a una distancia sideral de otras convocatorias anteriores. Pere Aragonès participó, como debía, en la bienvenida, aunque no se quedó a escuchar los himnos nacionales para no reconocer, dijo, al Ejército español y expresó en privado y en público que el «conflicto político» no se resolverá hasta la celebración de un referéndum.

Dicho de otra manera, el ‘procés’ ha acabado entendido a la manera que lo gestionaron los anteriores presidentes, aunque ERC sea temerosa en la erradicación del término al que se aferran los incondicionales de Puigdemont, pero el independentismo no ha desaparecido ni lo hará. Por eso hay que abordarlo políticamente, como hace Sánchez con sus iniciativas, y Aragonès con los pactos con el Gobierno, aunque sea de forma aún intermitente.