Una oportunidad para Feijóo

Alberto Núñez Feijóo se quejó este martes de que el Gobierno de Pedro Sánchez está engrandeciendo a Vox en la polémica sobre el protocolo del aborto en Castilla y León. Cierto que la Moncloa ha visto una oportunidad de volver a su discurso de aliento al miedo a la ultraderecha que utilizó hasta la mayoría absoluta de Moreno Bonilla en Andalucía. Pero esa oportunidad se la ha brindado el PP. Quien con niños se acuesta, mojado se levanta. Y para Feijóo será muy difícil mantener su táctica de ignorar a Vox mientras se sienta en un gobierno con ellos. Sanchez la agranda, pero la mancha en el expediente de los populares existe y no se atreven a eliminarla.

Si Feijóo quiere de verdad dejar de hablar de Vox, lo que tendría que hacer Alfonso Martínez Mañueco, presidente de Castilla y León, es expulsar a Vox y disolver su parlamento para convocar elecciones coindicidiendo con las municipales del 28 de mayo que ya son autonómicas en media España. Eso sí que pondría al electorado ante el dilema que a Feijóo y a Moreno Bonilla les funcionó: la mejor manera de de parar a Vox puede ser votar al PP para que no los necesite, ni los tenga en el gobierno jugando a hacer protocolos fake que convierten a los conservadores en retrógrados, que esa es la verdadera diferencia entre los populares y los de Abascal. La mancha en el expediente de Feijóo fue el resultado de la impericia de Arrimadas en Murcia y de la insolvencia de Casado para gestionar el órdago de Díaz Ayuso. Si Feijóo no quiere que Sánchez deje de jugar con esa trampa, lo mejor que puede hacer es desactivarla, o sea, echar a Vox del gobierno castellanoleonés no por antiabortistas sino por desleales e inútiles. ¿O acaso le van bien? 

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