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La autoestima de Turull

El secretario general de Junts quiere que sea la voz de las clases medias que no confían ni en ERC ni en España

Leonard Beard

Leonard Beard / Leonard Beard

Joan Tapia

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El martes Jordi Turull, secretario de JxCat, mantuvo un largo diálogo con el periodista Joan Maria Morros en el foro Nueva Economía. Tenía morbo porque la negociación de los presupuestos de la Generalitat se eterniza, este jueves es la manifestación contra la cumbre España-Francia, Junts ha decidido apoyar a Xavier Trias (de ADN convergente) a la alcaldía de Barcelona… Y aún flota el enigma: ¿por qué Turull no tomó posición pública sobre la salida del Govern que hizo perder a Junts siete 'conselleries' y 250 altos cargos?

Turull viene de la máquina de la antigua CDC y fue activo en su transmutación en JxCat. De julio a octubre del 17 (155 de Rajoy) fue conseller de Presidència de Puigdemont y tras las elecciones del 155 fue en marzo del 2018 -tras los fracasos por "ausencia forzada" de Puigdemont y Jordi Sànchez- el candidato de JxCat a 'president'. Pero en la primera votación no tuvo mayoría porque la CUP no le apoyó y antes de la segunda el juez Llarena le envió a la cárcel. Tras los indultos y la dimisión de Puigdemont y Jordi Sànchez de la cúpula de JxCat fue elegido el pasado junio secretario general de la formación. Con bastantes más votos que Laura Borràs, la nueva presidenta y candidata en las elecciones del 2021.

El líder de JxCat afirma que ahora Catalunya necesita más un Govern que sepa adónde va que subir impuestos y tener presupuestos

Turull es más 'apparatchik' que tribuno. Y en sus primeras respuestas echó mano sin complejos de las notas y repitió la canción: ERC traicionó el pacto con Junts y por eso salieron del Govern en una decisión difícil. Los republicanos todavía no han entendido las razones y no se han dado cuenta de que ya no tienen mayoría y que Aragonès es el president de solo el 21%. La independencia es la meta irrenunciable y no está claro que ahora lo sea de ERC. Las razones de la manifestación contra la cumbre España-Francia son claras. Ni el PSOE ni Sánchez son nadie para decir que el 'procés' se ha acabado porque quien decidirá es la voluntad de los catalanes.

Hasta aquí poco nuevo, pero el tono no fue excitado sino tranquilo. Recuerdo una sola mención a Puigdemont y ni una sola a Laura Borràs, sentada a su lado y que tiene una inminente y delicada cita ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. Luego se olvidó de las notas. Los condenados de Junts no pediremos la revisión de pena ante el Supremo tras la reforma del Código Penal. No confiamos en la justicia española y esperaremos, tranquilos, el dictamen de Europa.

Y se animó. A las municipales salimos a ganar con 800 listas y en muchas ciudades y pueblos iremos con gente que no es de Junts pero sí cercana. Aunque no haya pacto formal con el PDCat. Y Xavier Trias -se le iluminó la cara- ha generado una gran corriente de ilusión y volverá a ser el alcalde de Barcelona. Esa es la línea, ganar las municipales para recuperar la autoestima y poder avanzar. "Qui sap el que vol, troba el mitjà". ¿Una fórmula de autoayuda como guía política?

Luego emergió la convicción de un líder que quiere que Junts vuelva a ser la expresión de las muy diversas clases medias. Defensa de la escuela concertada y de los acuerdos de las mutuas privadas con la sanidad pública. Porque encarnan la vitalidad de la sociedad civil. Y nada de subir impuestos. Catalunya paga demasiado y de poco serviría recaudar algo más frente a los 20.000 millones de expolio del Estado. Y lo definitivo: el país necesita más un Govern que sepa adónde va que unos presupuestos.

Optó por la modestia cuando Morros le recordó -con ironía- que era del Espanyol i no del Barça que ha ganado la Supercopa. "No soy muy futbolero, pero ser perico va bien, te recuerda que no siempre se puede ganar". La audiencia, bastante entregada y ya relajada, se decidió a reir. Morros apuntó que lo del Espanyol lo comparte con Salvador Illa. "Con Illa comparto algo más. Los dos somos del Vallès, él de La Roca, yo de Parets".

Fue el final de un acto en el que vi a un relajado Artur Mas junto a Albert Batet, a Josep Sánchez Llibre, presidente del Foment, y Camil Ros, secretario de UGT, a 'exconsellers' como Francesc Homs, Damià Calvet, Lourdes Ciuró, Jaume Giró… y a las portavoces en el Parlament del PSC y ERC, Alicia Romero y Marta Vilalta. A quien no vi fue a Xavier Trias. Está de viaje y por eso tampoco asistirá a la manifestación de este jueves.

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