Artículo de Pere Puigdomènech

Arroz perenne

El trabajo en el campo con esta nueva variedad se reduce casi a la mitad y que el cultivo produce también un ahorro de abonos y agua

Arroz

Arroz / Leonard Beard

Pere Puigdomènech

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En estos finales de año las revistas publican listas de los eventos más relevantes del año anterior. La revista 'Science' ha identificado la noticia científica más relevante de 2022 como las imágenes que empiezan a llegar del telescopio James Webb, la primera de las cuales se hizo pública el pasado 11 de Julio. Ciertamente se trata de unas imágenes extraordinarias y augura una serie de nuevas informaciones sobre la estructura del Universo. Pero entre la lista de los accésits encontramos la publicación de una nueva variedad de arroz que ya se cultiva en China. Tiene la particularidad de que el grano se puede recoger sin segar toda la planta de una cosecha en la siguiente. Puede ser un avance significativo para quienes cultivan uno de nuestros alimentos esenciales.

Muchos de los cultivos que son esenciales para nuestra alimentación están basados en plantas que plantamos de forma anual o, a veces, dos o tres veces al año. Es el caso de los cereales, las leguminosas y muchos cultivos de la huerta. Hasta el 80% de los productos de origen vegetal que comemos procede de cultivos anuales. En cambio los frutales son plantas perennes, que viven años o en el caso de los olivos hasta cientos de años y recogemos sus frutos una vez al año. Ya hace tiempo que se busca la forma de que algunos de los cultivos esenciales sean perennes. Una reciente publicación hecha por investigadores chinos explica que pueden haberlo conseguido por el arroz.

Que sea el arroz no es una cuestión menor. Es el alimento del que viven más personas en nuestro mundo, quizás hasta la mitad de los humanos dependen de este cereal, sobre todo en Asia y África, pero también se consume de forma importante en América del Sur y está presente en las nuestras cocinas mediterráneas. El trabajo ha consistido justamente en hibridar una variedad de arroz común de procedencia tailandesa con una especie de arroz africano perenne. Los investigadores han utilizado los procedimientos clásicos de la mejora genética y han conseguido, después de un trabajo de casi veinte años, una variedad con las propiedades de rendimiento y nutrición de la variedad asiática pero que no es necesario replantar cada año. Esta nueva variedad llamada PR23 ha sido plantada por más de 40.000 campesinos chinos desde 2016. La producción media por hectárea durante cinco años con dos cosechas por año es comparable a la de las variedades anuales según los investigadores.

El no tener que plantar el arroz cada año y que la planta pueda producir grano durante cuatro o cinco años tiene unas ventajas significativas para los campesinos. Los autores del trabajo han calculado que el trabajo en el campo se reduce casi a la mitad y que el cultivo produce también un ahorro de abonos y agua. En su conjunto, el arroz perenne permite reducir la huella ecológica en particular las emisiones de metano que en el caso del arroz son importantes. Pero la nueva variedad también puede presentar problemas por los tratamientos que haya que hacer por las malas hierbas que cada año se eliminan labrando y puede estar más expuesta a enfermedades. Todo esto puede ser trabajo futuro para quienes trabajan sobre la genética del arroz, los agrónomos y evidentemente los campesinos que son quienes acaban haciendo el trabajo.

En 2022 el arroz ha sido también noticia porque por primera vez ha sido plantada en Filipinas una variedad polémica, el arroz dorado. Se trata de una variedad transgénica que contiene en el grano los precursores de la vitamina A y que puede servir para evitar una deficiencia que produce ceguera en los niños. Por la primera vez después de más de 20 años que se publicó, el arroz dorado será accesible a quienes pueden necesitarlo. Habrá que ver si realmente es eficaz y permite resolver un problema que es importante en algunas regiones del mundo.

Las imágenes que nos llegan del telescopio James Webb nos acercan a la inmensidad del Universo o nos dan un sentimiento de maravilla y satisfacción por haber conseguido un hito tecnológico impresionante. También lo es alimentar todos los días a todas las personas que viven en el mundo. El arroz colabora a ello desde hace 10.000 años gracias al esfuerzo continuado de los campesinos que utilizan todas aquellas tecnologías que les permite producir lo que la gente necesita para vivir. El nuevo arroz debería ayudar a conseguirlo.

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