Artículo de Joaquim Coll

Aragonès sin presupuestos

A corto plazo a los socialistas les resulta muy difícil votar los presupuestos de ERC, pues eso significaría tanto como regalarle la legislatura

El president Pere Aragonés en el Institut d'Estudis Catalans para la celebración del Consell Executiu del Govern extraordinario y monográfico sobre el catalán.

El president Pere Aragonés en el Institut d'Estudis Catalans para la celebración del Consell Executiu del Govern extraordinario y monográfico sobre el catalán. / JORDI COTRINA

Joaquim Coll

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Al matador de toros Rafael Gómez Ortega, apodado ‘Gallito’, se le atribuye la graciosa frase redundante “lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible”, que en los años 80 el grupo Siniestro Total convirtió en un título musical. Pues bien, aunque desde el Govern se insiste en lanzar mensajes optimistas, el PSC está más cerca del 'no' que del 'sí' a los presupuestos. En realidad, su aprobación desafía la lógica política del parlamentarismo. Recordemos que Pere Aragonès fue investido con los votos de la CUP y Junts, pero que solo conserva el apoyo de los 33 diputados de ERC, partido que además no ganó las elecciones, ya que el más votado fue el PSC. Lo sensato, una vez que Junts sale del Govern, hubiera sido someterse a una moción de confianza, dando paso a nuevas elecciones en caso de ser rechazada. Esta era además la segunda vez que la coalición independentista se rompía, pues ya ocurrió bajo la presidencia de Quim Torra. Ahora la desunión del separatismo es ya definitiva, irreversible. La única solución de estabilidad a medio plazo es un Gobierno transversal entre los dos partidos principales, PSC y ERC, federalistas e independentistas. Pero eso tiene que madurar bajo unas condiciones que todavía no se dan. 

A corto plazo a los socialistas les resulta muy difícil votar los presupuestos de ERC, pues eso significaría tanto como regalarle la legislatura. Una vez que la unidad del independentismo se ha roto por los cuatro costados, lo mejor es volver a repartir las cartas en unas elecciones. Y de ahí sí puede nacer algo nuevo con futuro. Aragonès no está obligado a convocarlas, puede aguantar, pero no podrá ir muy lejos sin presupuestos. Por su parte, Salvador Illa, que aspira a ser 'president' de la Generalitat, es consciente del riesgo de haber tendido demasiado la mano a los republicanos cuando estos gobernaban con Junts para sacar adelante las cuentas, en un intento de influir como primer partido de la oposición. Desde entonces, su movimiento es de repliegue hacia una negociación muy dura y exigente que acabe decantando la balanza hacia el 'no' a los presupuestos. 

Suscríbete para seguir leyendo