Artículo de Imma Sust

Mi tradición particular de la Lotería de Navidad

Disfruto soñando e imaginando todo lo que haré si me toca el Gordo

Archivo - Dos de las niñas de la residencia de San Ildefonso, posan minutos después de cantar un premio durante la celebración del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad 2021 en el Teatro Real de Madrid, a 22 de diciembre de 2021, en Madrid, (Espa

Archivo - Dos de las niñas de la residencia de San Ildefonso, posan minutos después de cantar un premio durante la celebración del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad 2021 en el Teatro Real de Madrid, a 22 de diciembre de 2021, en Madrid, (Espa / Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Imma Sust

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Mientras ustedes leen estas líneas y, sobre todo, si lo hacen a partir del jueves, hay una pequeña posibilidad de que yo sea millonaria. Es muy pequeña, lo sé, pero la posibilidad existe. Aunque es más que probable que no ocurra jamás. Sí, les estoy hablando del tradicional sorteo de la Lotería de Navidad. El de toda la vida, el bueno, el del bombo, Televisión Española y los niños de San Ildefonso. Ahora, les niñes. Soy muy feliz el día veintidós porque me he montado mi propia tradición. No viene heredada ni de mis padres ni de mis abuelos. Mi hermana solo compra un número el día antes y mis padres, desde que están jubilados, ya no tienen el número del trabajo y se lo tengo que recordar yo cada año. Esa tradición es mía y solo mía. Me la he montado yo sola y la espero cada año con una enorme ilusión. Hace años que me pido fiesta el veintidós de diciembre, compro todos los números del barrio de amigos, conocidos y saludados y me apalanco en el bar del chino con una libreta, un boli y todos los números bien apuntados. Me pido un café descafeinado, conecto mi teléfono a la tele y mis cascos a la radio. ¡No puedo ser más feliz! Disfruto soñando e imaginando todo lo que haré si me toca el Gordo.

No quiero hacerme la buena samaritana, pero siempre pienso en los demás. A mis padres les compraría una casa con jardín delante del mar, con un jardinero a media jornada para que mi madre no se destroce la espalda arreglando los geranios. Le pagaría bien. Mi madre puede ser muy intensa y muy perfeccionista. A mi hermana le cancelaría la hipoteca y a mis sobrinos un piso para cada uno. Tengo claro que no dejaría de trabajar. Seguiría llevando la misma vida, que me encanta. Igual viajaría más, eso sí. Bueno, estoy pensando que igual me pillo un año sabático y me voy a dar la vuelta al mundo. Pero nada de ir de mochilera, que ya no tengo edad. Me llevaría a un par de amigas. No me gusta viajar sola. Y siempre en primera clase claro. Mientras doy la vuelta al mundo, igual aprovecharía para hacer obras en casa. Dejaría a mi amiga Sara vivir gratis en ella. Soy feliz, siguiendo este ritual conmigo misma. Es la única vez que compro lotería durante el año y las chicas de la Bruixa del Ninot pueden dar fe de ello. Y me gusta disfrutarlo sola. Mucha gente se arruina cuando le toca la lotería, porque no saben gestionarlo con cabeza. Yo llevo años pensando en ello y sé que lo haré bien. Y, si esta vez, el sueño se hace realidad, aquí consta por escrito. Familia resuelta, las amigas que me hagan la pelota de aquí al jueves y veremos quien gana. Feliz Navidad y felices sueños a todes.

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