APUNTE Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
De la renovación al despido
Esa confianza que siempre verbalizó Rubiales hacia su seleccionador, se la retiró. ¿Por qué? ¿Acaso pasar de octavos en un Mundial es una constante en la selección española?

Luis Enrique, abatido durante el Marruecos-España en Doha. /
Escribo este artículo mientras la gran favorita para el titulo en este Mundial llora su eliminación en la tanda de penaltis ante Croacia. Bombazo, Brasil no bailará más en Qatar. No es consuelo, pero el fútbol se encarga de recordarnos que hasta las más grandes caminan por el alambre y se estrellan.
Si el seleccionador que había llevado a España a semifinales de la última Euro (eliminando por cierto a Croacia en la prórroga) y a la final de la Nations League, fue liquidado menos de 48 horas después de caer ante Marruecos, podemos suponer el drama que supone para Brasil, el país que se paraliza para el fútbol, caer en cuartos de final, cuando la expectativa era salir campeón.
Volviendo a España, a la espera de que la RFEF explique por qué ha prescindido del entrenador al que quiso renovar meses atrás, aún a riesgo de que el resultado del Mundial no fuese bueno (conviene recordar que fue Lucho quien emplazó a Rubiales al final del Mundial para renovar o no el contrato) parece evidente que hubo más cosas. Y no hablo del informe de Molina antes de irse.
Por más decepcionante que resultase la eliminación con Marruecos jugando a los 1000 toques pero sin crear peligro, la derrota con Japón o el empate contra Alemania, no veo qué sentido tiene romper un proyecto tan personal como el que estaba amasando Luis Enrique. Esa confianza que siempre verbalizó Rubiales hacia su seleccionador y que en el momento que más la necesitaba, se la retiró.¿Por qué? ¿Acaso pasar de octavos en un Mundial es una constante en la selección española?
El ruido en torno al ex seleccionador español ha retirado del foco a un grupo de jugadores a los que este Mundial les vino grande. A algunos probablemente por su edad, como Pedri, hubiéramos querido ver al mejor Ferrán de tiempos pasados y a Busquets con una frescura que ya no puede tener y que quizás hubo que dosificar más.Pero Gavi hizo un gran torneo, Rodri estuvo impecable y Laporte sobresaliente, como Morata.¿No merecía esta generación seguir con el mismo padre?
Siempre es bueno exigir, huir de la autocomplacencia, ser autocrítico. Y eso faltó al final. Pero también es necesario saber bien con quién te juegas los cuartos.
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