Artículo de Montse Santolino

Inseguridad: percepciones y aplicaciones

Los políticos saben que la inseguridad y la percepción de inseguridad no son lo mismo, y que esta tiene más que ver con no poder confiar en el vecino, o con la incertidumbre económica o vital, que con robos o asaltos

Antonio Balmón, durante la presentación del nuevo "sistema integral de seguridad metropolitana".

Antonio Balmón, durante la presentación del nuevo "sistema integral de seguridad metropolitana". / Ferran Nadeu

Montse Santolino

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La inseguridad está siempre en la lista de las principales preocupaciones ciudadanas en muchos municipios. Para hacerle frente, el alcalde Antonio Balmón, vicepresidente del AMB, ha anunciado un sistema integral de seguridad ciudadana para toda el área metropolitana. La propuesta pivota sobre una 'app' que ya funciona en 13 municipios per alertar a las policías locales, y plantea otras medidas como erradicar rincones inseguros o la videovigilancia. La idea, aunque responde a una necesidad real de coordinación, parece sin embargo tener únicamente carácter preelectoral, porque se ha presentado en foros empresariales y tecnológicos, pero no a quien tiene la competencia de la seguridad en todo el territorio, que es el Departament d’Interior.

Igual que sobran aplicaciones que maquillan carencias, sobran anuncios de soluciones fáciles a problemas complejos. Los políticos saben que la inseguridad y la percepción de inseguridad no son lo mismo, y que la percepción de inseguridad tiene más que ver con no poder confiar en el vecino, o con la incertidumbre económica o vital, que con robos o asaltos. Y saben que lo que crece significativamente son los conflictos de convivencia, no la criminalidad. Lo saben pero igual, muchos de ellos, meten en el mismo saco la convivencia, la delincuencia y el incivismo porque lo fácil, y visible, es sacar policías a la calle y crear 'apps'. Lo difícil y sin foto resultona es hacer políticas sociales y comunitarias amplias y valientes, que faciliten la cohesión social.

Quince días después del anuncio de Balmón, el AMB ha hecho públicas ayudas por valor de 9,8 millones de euros para luchar contra la pobreza extrema. Sus propios informes señalan la cronificación de la “vulnerabilidad social aguda” en muchos barrios. Quien quiera saber dónde están los problemas de fondo solo tiene que cruzar esos datos con los de percepción de inseguridad. Y por cierto: ¿para cuándo una 'app' de alertas sociales para avisar si un vecino pasa hambre o frío, y activar respuestas inmediatas de Servicios Sociales?

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