Susto o muerte

Luis Enrique, preocupado, durante el Japón-España en Doha.

Luis Enrique, preocupado, durante el Japón-España en Doha. / Afp

Mónica Marchante

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La primera publicación en redes del seleccionador encajaba bien el sufrimiento del jueves, “¿Susto o muerte? Pues va a ser susto.Ya en octavos!!! Vamos!!!” Este es el texto que Luis Enrique acompaña con un selfie haciendo el gesto de victoria con los dedos, aunque la selección hubiera perdido con Japón en un partido decepcionante.

La gran victoria es estar en octavos, aunque parezca increíble, y gracias a Alemania. Lo más sorprendente, además del juego de España en la segunda parte, fue descubrir en la rueda de prensa post partido que el seleccionador no había sido consciente de que durante 3 minutos, España estuvo eliminada. ¿Cómo es posible? 

La explicación es que estaba tan metido en darle la vuelta a lo que estaba ocurriendo en el Khalifa que no atendió a lo que pasaba en el Al Bayt entre Costa Rica y Alemania, ni nadie se lo dijo en esos 3 minutos que parecieron una vida, pero que solo fueron 3 minutos.

En el día después, son varios los periodistas de otros países que se han acercado a preguntarnos si lo de España ayer fue intencionado. Desmentirlo es una cuestión de fe, porque el partido de la selección, especialmente en el segundo tiempo, o la sustitución del goleador Morata, no ayuda a que nuestra versión sea contundente, ni tampoco el juego exasperante y horizontal del equipo en el segundo tiempo.

En la previa había sido muy contundente Luis Enrique “no vamos a especular con el resultado, sería muy peligroso”. Su discurso choca con el mensaje que mandó desde la alineación inicial. Una cosa es que nunca repita equipo, y otra bien diferente que salga con 5 cambios en un partido con el riesgo de no tener amarrada la clasificación. Y aún más extraño, que en esos cinco cambios no incluyese ni a Busquets ni a Pedri, que fueron quienes más síntomas de agotamiento dejaron.

La figura del seleccionador genera desde siempre adhesiones inquebrantables y odiadores profesionales entre la prensa y los aficionados. Tanto extremo no debería impedir ver el bosque tras los árboles, como dice el refrán. Dijo Lucho ser mejor gestionando dificultades. Contra Japón no fue su noche. El martes tendrá ocasión de demostrar que el susto no era la antesala de la muerte. Ojalá.

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