Declive europeo sin más inmigrantes

Grupo de estudiantes inmigrantes durante una clase.

Grupo de estudiantes inmigrantes durante una clase. / Shutterstock

Eliseo Oliveras

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El aumento de la llegada de inmigrantes irregulares a la Unión Europea (UE) ha reactivado el reflejo de apostar aún más por la Europa Fortaleza y recortar la libertad de movimientos con controles en las fronteras internas del espacio Schengen. Pero la realidad que los políticos nacionales ocultan a sus ciudadanos es que, sin un aumento sustancial de la inmigración, la UE está condenada a un marcado declive en las próximas décadas, debido a su envejecimiento demográfico y al insuficiente número de trabajadores para posibilitar un crecimiento económico vigoroso y sostenido.

El fuerte crecimiento de la población y de la fuerza laboral en Occidente fue el factor clave que impulsó el elevado crecimiento y dinamismo económico después de la segunda guerra mundial. Un estudio de los economistas Nicole Maestas, Kathleen J. Mullen y David Powell, en base a los datos empíricos de EEUU desde 1980, muestra que cada crecimiento del 10% de la población de 60 años o más -equivalente a un incremento de 2,4 puntos porcentuales de ese colectivo– reduce el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita el 5,5%. El estudio detalla que el envejecimiento no sólo frena el crecimiento de la fuerza laboral sino también de la productividad.

Otro estudio de los economistas Thomas F. Cooley, Espen Henriksen y Charlie Nusbaum concluyó que el envejecimiento demográfico ya causó en el periodo 1995-2015 un declive en el crecimiento del PIB per cápita anual de Francia y Alemania en 0,63 y 0,68 puntos porcentuales y que ese cambio demográfico fue responsable del 70% del freno en el crecimiento sufrido por ambos países. El estudio pronostica otro declive adicional en el PIB per cápita anual de hasta 0,44 puntos porcentuales en el periodo 2020-2040.

Aumento de los más de 60

La población con 60 años o más en la UE ha pasado de representar el 14,9% del total en 1960 al 19,3% en 1990 y al 21,1% en 2000, según Eurostat. La ONU estima que este colectivo pasará del actual 25% de la población de la UE al 35% en 2050, superando el 40% en varios países. Sin un cambio drástico con un influjo masivo de inmigración joven, la actual tendencia demográfica condena a la UE a crecimientos económicos cada vez menores.

Las proyecciones de la ONU estiman que el declive demográfico de la UE creará una carencia de 60,8 millones de trabajadores en 2050 y que las tendencias migratorias actuales sólo aportarán el 28% de esos puestos de trabajo, por lo que quedarán más de 40 millones de empleos sin cubrir con un impacto muy negativo en la actividad económica y su capacidad de crecimiento. Japón, con un marcado declive demográfico desde 1990, pese a su robotización y tecnología, sufre desde hace tres décadas un crecimiento anual del PIB per cápita muy débil o negativo

Europa está en clara crisis demográfica desde hace dos décadas. La población de la actual UE crecía de media en 3 millones de personas anuales en la década de 1960, impulsando un crecimiento económico anual medio del 5,1% en Europa Occidental, que aún se mantuvo en el 3,4% de media anual durante la década de 1970, pese a la crisis del petróleo de 1973 y del inicio de la caída de la natalidad. El aumentó se la población de la UE se limitó en el periodo 1980-1999 a 1,2 millones de personas de media anual y el crecimiento económico anual medio bajó hasta el 2,2%.

En el periodo 2005-2022, la población de la UE ya sólo ha crecido en unas 700.000 personas de media anual y la inmigración es desde 1995 el componente fundamental de ese crecimiento demográfico, indica Eurostat. Coincidiendo con el cada vez menor dinamismo demográfico, el crecimiento económico de la UE en el periodo 2000-2019 bajó de nuevo al 1,6% de media anual. El menor crecimiento del PIB per cápita y de la productividad en la UE respecto a EEUU desde 1980 es debido al mayor crecimiento demográfico anual norteamericano y de su fuerza laboral, señalan los economistas franceses Jean-Michel Boussemart y Michel Godet.   

Sin la llegada de inmigrantes, la población de la UE habría comenzado a disminuir desde 2012, porque los nacimientos son inferiores a los fallecimientos, según Eurostat. Gracias a la inmigración, la población de la UE creció en 7,5 millones de enero de 2012 a enero de 2020. Pero desde 2020, ni siquiera la llegada de 1,9 millones de inmigrantes netos en 2020 y de otros 2,4 millones en 2021 ha permitido compensar el declive demográfico europeo. La población de la UE disminuyó en 600.000 personas en 2020 y en otras 400.000 en 2021, para situarse en 446,8 millones el 1 de enero de 2022.

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