Artículo de Joaquim Coll

Código Penal: algo más que buenas intenciones

Lo que sucedió en Catalunya en 2017 fue un delito contra la Constitución, sin violencia, cierto, pero los políticos de la Generalitat se rebelaron contra el orden constitucional. Y eso debería castigarse

El líder de ERC, en el Congreso, Gabriel Rufián.

El líder de ERC, en el Congreso, Gabriel Rufián. / EFE

Joaquim Coll

Joaquim Coll

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Coincide en el tiempo la chapuza jurídica de la ley del 'solo sí es sí' de la ministra Irene Montero, que no quiso hacer caso del informe del CGPJ, suscrito tanto por jueces conservadores como progresistas, en el que señalaban errores y se advertía del efecto en cascada de una rebaja de penas, con la propuesta de supresión del delito de sedición que han presentado PSOE y Unidas Podemos y, en paralelo, con la petición de ERC de reformar la malversación. De entrada, hay que decir que la vía de urgencia con la que se pretende reformar el Código Penal es una mala idea, por cuanto el mecanismo exprés evita pedir informes al CGPJ y al Consejo de Estado. Después el Congreso podrá hacerles caso o no, pero sería bueno conocer su opinión porque, más allá de las buenas intenciones, es muy problemático modificar los tipos penales para beneficiar a unas personas concretas. Llevamos días leyendo opiniones de todo tipo sobre las posibles consecuencias jurídicas de suprimir la sedición y sustituirla por desórdenes públicos agravados.

Los políticos deberían tomarse más en serio el Derecho y el Estado de derecho, porque legislar desde el adanismo y satisfaciendo a un populismo punitivo, que en buena medida es lo que motivó la tan festejada la ley Montero, acaba produciendo efectos indeseados y entonces se acaba acusando una vez más a los jueces de machistas, porque con el anterior Código Penal ponían penas más altas. Algo bastante parecido se podría decir de la ley trans, que también lidera UP, y que suscita muchas objeciones. Sobre la sedición, el problema no es que se suprima, sino que no se aborde la reforma de la rebelión porque lo que sucedió en Catalunya en 2017 fue un delito contra la Constitución, sin violencia, cierto, pero los políticos de la Generalitat se rebelaron contra el orden constitucional. Y eso el Código Penal debería castigarlo. Por último, lo de eliminar la malversación como pide Gabriel Rufián sería tanto como concederles una amnistía encubierta. El refrán dice que “el infierno está lleno de buenas intenciones”, y en política eso conduce a perder las elecciones. 

Suscríbete para seguir leyendo