Artículo de Montse Santolino

398 días, un mal indicador

Catalunya tiene casi 100.000 personas en lista de espera para acceder a las ayudas de la dependencia y los tiempos de espera más largos para conseguirlas

dependencia vejez mayores abuelas

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Montse Santolino

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En un debate reciente de la Comisión de Drets Socials del Parlament se habló de algo importantísimo que, sin embargo, no ha tenido suficiente difusión ni seguimiento: el problema serio que tenemos con las ayudas a la dependencia.

Catalunya tiene casi 100.000 personas (96.310) en lista de espera para acceder a las ayudas de la dependencia. 25.293 esperan a ser valoradas y el resto, aun con el grado de dependencia reconocido, esperan alguna prestación o servicio. Tenemos las listas de espera más largas del Estado y las prestaciones más cortas. En contra de lo que dice la ley que establece seis meses como máximo, tenemos los tiempos de espera más largos para conseguirlas: 398 días como media para la tramitación del expediente.

El resultado es que miles de personas mueren cada año esperando esas ayudas. La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales no puede ser más clara en su denuncia. Habla de desidia e impericia de los diferentes gobiernos catalanes, términos demasiado duros para no despertar más interés social y mediático. Aun teniendo en cuenta la falta de inversión estatal, Catalunya sigue reduciendo sus presupuestos sociales y estando por debajo de la media en relación al resto de territorios del Estado. Aún con inyecciones extraordinarias de recursos, las listas de espera crecen.

Y no solo es una cuestión de dinero. Si tener un familiar dependiente ya es duro, el proceso por el cual tienen que pasar las familias para conseguir esas ayudas lo hace aun más duro. Tener que insistir para que venga una profesional a casa a acreditar su incapacidad. Que no sean suficientes los informes médicos. Tener que desear que ese día tu familiar esté fatal. Obligarlo a volver a pasar ese examen para demostrar que está aun peor. Pocos procesos administrativos más inhumanos. Urge una administración más ágil y sensible. Con un dependiente en casa, 398 días de trámites son un sufrimiento añadido al sufrimiento. Si hay indicadores de mal gobierno, el de los 398 días es de los peores.

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