Artículo de Ana Polo

Todas con Casa Orsola

No sé en qué momento la vivienda se convirtió en un bien de mercado como cualquier otro y dejó de ser un derecho que se tendría que garantizar a ultranza por parte de las instituciones

'Sindicat de llogaters' y vecinos protestan por la compra de la Casa Orsola a cargo de un fondo de inversión

'Sindicat de llogaters' y vecinos protestan por la compra de la Casa Orsola a cargo de un fondo de inversión / Ferran Nadeu

Ana Polo

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¿Sabéis quién es Albert Ollé? Yo os lo explico. Albert Ollé es el administrador de Lioness Inversiones, un fondo buitre que se dedica a especular con la compra-venta de edificios. Cualquier persona que se dedique a especular con la vivienda, convirtiéndolo en un mercado salvaje, es una persona que se enriquece a expensas de la vida y la dignidad de las personas. No sé en qué momento la vivienda se convirtió en un bien de mercado como cualquier otro y dejó de ser un derecho que se tendría que garantizar a ultranza por parte de las instituciones. No sé en qué punto el rédito económico de unos cuántos pasó por encima de los derechos básicos de cualquier persona. Ah, sí, es verdad. El capitalismo va exactamente de esto.

¿Sabéis qué es la Casa Orsola? Yo os lo explico, también. La Casa Orsola es un edificio modernista precioso situado entre las calles Calàbria y Consell de Cent de Barcelona. Hace cosa de un año, Lioness Inversiones compró este edificio y cambió la vida de todas las vecinas que allá tenían su casa. La flamante propiedad adquirió el inmueble con una voluntad muy clara: la de hacer pisos turísticos. ¿Quién querría alquilar su piso a familias barcelonesas cuando puedes estafar a las hordas de turistas que día sí día también desembarcan en la ciudad por tierra, mar y aire? ¿Quién querría ganar en un mes lo que puede ganar en una semana? Solo alguien con principios y humanidad, que cree que todas las personas merecemos tener un techo digno, supongo. Alguien que no basa su modelo de negocio en explotar una necesidad básica. Alguien que claramente no es Albert Ollé, que hace un año que se niega unilateralmente a renovar los contratos de las inquilinas de la Casa Orsola y las quiere echar de su casa tanto sí como no.

Lo que estoy explicando no es nada de nuevo. La historia de la Casa Orsola la hemos escuchado mil veces, desgraciadamente. Ya hace unos cuantos años que es el pan de cada día de muchas vecinas de esta Barcelona que van dejando en manos de turistas y especuladores. La Barcelona que expulsa las vecinas de su casa, de sus barrios y de su ciudad. Contra esto solo nos queda encomendarnos a los movimientos en defensa de la vivienda, a la gente de la PAH y al Sindicat de Llogateres, que se organizan (y nos organizan) para luchar contra las rapaces de la especulación. El 5 de noviembre está prevista una jornada de apoyo a la casa Orsola, un acto festivo y reivindicativo para defender a las vecinas que no quieren ver como unos buitres les echan de su casa. El 5 de noviembre, todas con la Casa Orsola.

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