Xavi y el crédito

Dijo Laporta antes del clásico que la confianza en Xavi estaba intacta". Además, el presidente azulgrana ya ha demostrado en situaciones previas cuánto le cuesta tomar decisiones drásticas con los entrenadores, incluso cuando no cree en ellos, como pasó con Koeman. Los precedentes indican, por tanto, que Xavi puede estar tranquilo.

Nadie dice que el técnico no pueda ser cuestionado. Su crédito no es infinito, y así debe ser. Debemos ser exigentes con él como lo hemos sido con sus predecesores, más allá de que su idea de juego nos conecte con aquello que fue el Barça y aquello que queremos que vuelva a ser.

Su reto es llevarla a la práctica con éxito y, hasta el momento, su equipo lo insinuó durante un corto periodo de tiempo la temporada pasada —en el que se llegó a golear en el Bernabéu– y, aunque con más pegada que juego, en este inicio de curso. Esa primera ola de euforia que nos generaron las victorias nos hizo pensar que la idea estaba cuajando, y realmente por momentos lo hizo, aunque de manera no suficientemente sólida, como se ha visto posteriormente.

Crisis de confianza

La crisis de confianza provocada por el doble enfrentamiento ante el Inter nos ha dejado un equipo devastado, tanto en el campo como en el banquillo. Y en estas circunstancias, suele pasar que los jugadores, que hace un mes nos parecían buenos, ya no nos sirven, y que ese entrenador, que hace un mes tenía un rumbo, ahora parezca perdido.

Han aparecido las dudas y sabíamos que este era el riesgo de la apuesta por Xavi: la falta de bagaje no le permite ahora lucir crédito. Por eso, debe ser la institución quien mantenga la calma. Porque el Barça ya ha sufrido suficiente inestabilidad y no puede cambiar de técnico cada seis meses.

La perspectiva dirá si el Barça se equivocó con Xavi. El de Terrassa no vive nada diferente a lo que vivieron en su día Frank Rikjaard o Luis Enrique. También hubo otros que no triunfaron pero para saber si Xavi es el hombre, estaría bien dejarle completar al menos una temporada.

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