Artículo de Jordi Alberich

El FMI y los impuestos

Confiemos en que tras el fiasco de Liz Truss y la recomendación del Fondo contra las rebajas fiscales generalizadas, los conservadores dejen de anunciar lo que no es ni posible ni conveniente

Georgieva advierte de que "ha subido" el riesgo de una recesión mundial

Georgieva advierte de que "ha subido" el riesgo de una recesión mundial / EFE / Lenin Nolly

Jordi Alberich

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El informe de otoño del Fondo Monetario Internacional señala un 2023 muy sombrío para la economía mundial. El FMI elabora los memorándums desde su rigurosa ortodoxia económica y la disponibilidad de numerosos datos, que proyecta a futuro conforme a sofisticados modelos teóricos. Por ello, sus informes no aportan mucho a lo que ya se sabe y sus predicciones hay que tomarlas con gran reserva, especialmente tras los reveses económicos de los últimos tiempos, que no supieron identificar con antelación el cientifismo del FMI e instituciones similares. 

Sin embargo, en este informe destaca una consideración que puede sorprender a supuestos liberales: la oposición a rebajas generalizadas de impuestos. Una propuesta que, pese al reciente ridículo del Gobierno británico, siguen enarbolando diversos partidos europeos, sin ir más lejos los populares de Núñez Feijóo. Confiemos en que tras el fiasco de Liz Truss, y la recomendación del FMI, los conservadores tomen buena nota y dejen de anunciar lo que no es ni posible ni conveniente.

A su vez, pese a la defensa cerrada que la directora del FMI, Kristalina Georgieva, hizo este jueves de las políticas restrictivas de la Reserva Federal, el informe no esconde su sensibilidad por un endurecimiento excesivo, que podría complicar aún más la situación. Un matiz en línea con las cualificadas voces que dudan del sentido de la tradicional subida radical de tipos para atajar la inflación, al considerar que las actuales circunstancias son muy distintas de las de episodios anteriores.

En cualquier caso, el panorama que se apunta es menos apocalíptico de lo que parece, al señalar que en 2023 se habrá reconducido la inflación, con un crecimiento en la zona euro del 0,5%, que se situará en el 1,2% para España. Si en las circunstancias tan dramáticas y enrevesadas que vivimos, se cumplen las predicciones del FMI, ya podemos darnos por satisfechos. De momento vamos transitando con una cierta dignidad por este otoño que amenazaba con lo peor.

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