Apunte

Presupuestos y pactos

Un pacto social es la respuesta a un cambio de época, que es en lo que estamos. Pero ello requiere de una conciencia compartida entre derecha e izquierda, entre patronal y sindicatos

María Jesús Montero

María Jesús Montero / David Castro

Jordi Alberich

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El Gobierno de coalición ha presentado sus Presupuestos Generales para 2023 que, con algunos ajustes durante el debate parlamentario, serán aprobados sin mayores dificultades. Una propuesta muy expansiva y acorde al momento tan complejo que vivimos, marcado por la guerra de Ucrania, la inflación, la fractura social y el papel central de la Unión Europea.

Así, para salvaguardar la paz social y atenuar el efecto del alza de precios sobre los colectivos más frágiles, se refuerzan partidas tradicionales, como pensiones, y se considera la provisión de nuevos bienes y servicios públicos, en ámbitos como transporte o educación, con que complementar las insuficientes subidas de salarios. Por su parte, la guerra ha forzado un gran aumento en el gasto militar, en línea con lo que venían reclamando, de hace años, nuestros socios de la OTAN y que, finalmente, ha resultado posible por la cercanía del conflicto, que ha aparcado las tradicionales reticencias políticas y sociales. Y, asimismo, los presupuestos muestran un especial sello europeo, pues son los fondos next generation los que deben favorecer un histórico empuje a la inversión productiva.

Más allá del enorme ruido político que nos espera las próximas semanas, la propuesta resulta, en general, sensata y apropiada a las circunstancias. Sin embargo, hay motivo para la crítica. En el momento tan enrevesado y amenazante que vivimos, los presupuestos deberían encajarse en un amplio pacto de rentas entre partidos y agentes sociales. Y este, a su vez, debería ser el primer paso hacia un nuevo pacto social. Un presupuesto es el remedio ante una circunstancia temporal; un pacto de rentas responde a una coyuntura inflacionaria que, prolongándose varios años, exige de actuaciones concertadas; y un pacto social es la respuesta a un cambio de época, que es en lo que estamos. Pero ello requiere de una conciencia compartida entre derecha e izquierda, entre patronal y sindicatos. Lamentablemente, no es el caso.

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