Artículo de Joaquim Coll

Junts hacia el desastre

A estas alturas, abandonar el Ejecutivo sería lo más coherente de cara al futuro porque de lo contrario sus votantes les acabarán tomando por el pito de sereno

La 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, se sienta en el puesto del 'vicepresident' cesado Jordi Puigneró durante el debate de política general.

La 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, se sienta en el puesto del 'vicepresident' cesado Jordi Puigneró durante el debate de política general. / FERRAN NADEU

Joaquim Coll

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Es muy difícil que Junts salga vivo de la consulta sobre su continuidad en el Govern. Decida lo que decida ya ha perdido. El ganador absoluto es ERC porque o se quedará con todo el poder o con unos socios que pasarán a ser unos corderitos. Fuera de la Generalitat, el camino hacia la irrelevancia acabará generando deserciones y fugas de muchos de los cuadros de Junts que ahora ocupan posiciones institucionales, sobre todo si después de las municipales -y en parte como consecuencia de toda esta dinámica- se pega un batacazo.

Xavier Trias, estupefacto ante la crisis de su formación, ya anunciado que no será candidato. Y en Girona, Junts no encuentra a quien presentar con cara y ojos para intentar relevar a la actual alcaldesa, Marta Madrenas. Con todo, a estas alturas, abandonar el Ejecutivo sería lo más coherente de cara al futuro porque de lo contrario sus votantes les acabarán tomando por el pito de sereno. Por primera vez lo que piensa Carles Puigdemont es lo que desea Oriol Junqueras. Con los papeles en la mano, es evidente que ERC no ha cumplido con el acuerdo que hizo posible la investidura de Pere Aragonès en cuanto a la unidad estratégica del independentismo. Aunque también es verdad que en mayo de 2020 los republicanos, tras tres meses de duras negociaciones y dos votaciones perdidas, no tuvieron más remedio que transigir con ese trágala ante el abismo de volver a las urnas.

Si finalmente la presión de los ‘consellers’ y alcaldes, y del propio Jordi Turull, logra que el resultado sea favorable a permanecer en el Govern, el discurso de crítica hacia ERC habrá quedado hecho añicos y a la primera deslealtad Aragonès los echará sin más contemplaciones. Ante ese escenario de subordinación, los sectores intransigentes, encabezados por Laura Borràs, acabarán abandonando Junts para unirse a la lista cívica que plantea la ANC. El dilema para los 'junteros' es hamletiano, y la calavera que exhiben en la mano es la suya. Por eso lloran, desde Turull hasta Jordi Puigneró, pasando por todos los 'consellers', se emocionan en los medios al relatar lo que están viviendo. Pobrecitos.

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