Opinión

Juan Soto Ivars

Juan Soto Ivars

Escritor y periodista

El periodismo de Pablo Iglesias y Carmen Calvo

Tiene amperios que propagandistas como ellos se dediquen a decirnos cómo ha de ser el Telediario

Carmen Calvo, en el Congreso.

Carmen Calvo, en el Congreso.

Lo más engañoso que hay en el mundo es la camarilla. Dentro de la camarilla parece que todo el mundo piensa igual, que algo es de sentido común, y no es así. Porque lo que en camarilla parece evidente, cristalino e indiscutible, al resto nos parece una barbaridad. Esto es lo que nos permitieron constatar Pablo Iglesias y Carmen Calvo el otro día a los profanos que no tenemos carnet de partido. 

Boldman y Churches estaban en ese espacio que les ofrece Aimar Bretos, en La Ser. Y los dos exvicepresidentes, con una jactancia total, defendían a cabezazos, ante el anonadado periodista, como si fuera una cosa sin discusión, que en Televisión Española (y se entiende que la radio también) tienen que estar representados los escaños, porque no se puede uno fiar de los principios de neutralidad de los profesionales de la comunicación. El fragmento es para ponerlo en la carrera de Periodismo dentro de la asignatura de intromisión del poder en el ejercicio profesional.

De verdad, fue asombroso. Iglesias había hecho una especie de lista cutre y macartista de tertulianos según su ideología (decretando él la ideología de los demás), y daba porcentajes. Mientras tanto, Calvo hacía chocar las pulseras en sus muñecas y subrayaba, con retórica y maneras de seño de Geografía e Historia, que el mandato democrático (se refiere al pasteleo patritocrático) debe quedar reflejado en la composición informativa del ente público. 

Esto lo sostienen, claro, cuando hay mayoría o poder Ejecutivo de sus colores, porque cuando no los hay los puedes encontrar brindando su apoyo a las manifestaciones de los profesionales de Telemadrid que protestan, yo qué sé, contra la intromisión política en los informativos y la censura en los contenidos. Pasa lo mismo con la elección de los cargos del Consejo General del Poder Judicial: si soy mayoría esto, si soy minoría lo contrario. Cambian la doctrina según ocupe su partido o el otro la posición de preferencia. 

En fin. Hablaban de esto tras el descabalgamiento de Pérez Tornero (periodista más facha del mundo entero, Iglesias Dixit) al frente de RTVE. En fin. Tiene amperios que propagandistas como Calvo e Iglesias, demagogos dispuestos a cualquier tergiversación para convertir la verdad en un relato útil a los intereses del partido, se dediquen a decirnos cómo ha de ser el Telediario. Para salir de dudas, lea usted LUH!, la hoja parroquial con la que Podemos salvó al periodismo escrito.

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