La hoguera

Laura Pausini y los partisanos de Twitter

La libertad, ¿no es lo que la cantante reclamaba cuando se negó a cantar lo que le pidieron que cantase? ¿No es libertad negarse a cantar un himno?

Laura Pausini

Laura Pausini

Juan Soto Ivars

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La canción que se reprocha a Laura Pausini no haber cantando en 'El Hormiguero' dice “e quest'è il fiore del partigiano, morto per la libertà”. En ese himno antifascista, el partisano que canta le pide a alguien que lo entierre en una montaña, bajo una flor, porque se siente morir. Y así, si lo entierran allí, piensa y canta el partisano, la gente que pase por esa montaña en el futuro y vea esa flor sabrá que ahí yace un guerrero, uno de los hombres que les trajo la libertad

La libertad, ¿no es lo que Laura Pausini reclamaba cuando se negó a cantar lo que le pidieron que cantase? ¿No es libertad negarse a cantar un himno? ¿No es eso lo que el partisano quería conseguir para los italianos? Vivimos tiempos extraños. Tiempos en que negarse a cantar una canción -hacer uso de la libertad- se convierte en un pecado mortal para los que quieren que se cante esa canción, que habla del amor por la libertad. La paradoja es absolutamente gloriosa.

Laura Pausini ha dado innecesarias explicaciones. Ha dicho que no quiere que se la utilice en una campaña política, que ella es una artista. Punto. Ha tratado de comunicarlo con buenas palabras, y aquellos que quieren que cante 'O bella ciao' no han transigido. ¡Tienes que cantar nuestro himno a la libertad, o serás considerada una fascista! Y no se dan cuenta de que Laura Pausini canta 'O bella ciao' cuando se niega a cantarla, y de que ellos pisotean la canción cuando se lo exigen. Por regla general, eran los fascistas los que obligaban a cantar.

Aquí, en España, había que cantar el 'Cara al Sol', y dejarse ver en la misa, y aplaudir mucho al caudillo, para conservar esa libertad precaria que se mustia en las dictaduras. Claro: también había que hacer estos rituales en la Unión Soviética, y en el Madrid asediado de la guerra, para no despertar sospechas. Siempre hay comisarios dedicados a defender la libertad con un martillo. Si cantar es un acto de autonomía y de belleza, cuando lo hace un artista también es un pasaporte, un salvoconducto mimético cuando son las masas las que cantan a coro y los depredadores buscan herejes que digerir.

Así que Laura Pausini tiene que hacer lo que los partisanos de Twitter quieren que haga. Y los partisanos de Twitter han decidido que si no cantas el himno a la libertad no tienes derecho a ella. Hay que ver lo guapos que salís en las fotos, queridos. Lástima que no las veáis por las anteojeras.

Suscríbete para seguir leyendo