Apuntes en blanquiazul

Todos, mal

Raúl de Tomás, en un partido del Espanyol.

Raúl de Tomás, en un partido del Espanyol. / Efe

Sergi Mas

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Por fin ha terminado la película del mentiroso y al final compruebas que nadie ha estado bien. Recordemos a los protagonistas:

Domingo Catoira: mal. Le han faltado la experiencia, los contactos y ganarse el respeto; le han venido grandes todos los trajes y al final le han faltado luces y le han sobrado sombras. No tuvo valentía para decir la verdad desde el primer día, aunque ahí ya estaba en juego su sueldo.

Chen: no preside el club, sino que lo teledirige, como los miles de coches que vende de un negocio que sí domina. No le ha dado ni un clavel a Catoira para que fiche. Estuvo unos días en Barcelona, y solo por minutos no le entró la propuesta del Rayo.

Mao: ahora que ya sabe de qué va esto, el mandamiento número 1 debería ser «nunca más encubrir los caprichos de un futbolista». Hubiera sido el héroe de la película si el 5 de agosto dice públicamente que «el futbolista no está lesionado y se ha negado a entrenar.» Otra cosa es que Chen haya querido que hables.

RDTimo, el prota. Horroroso. Ha desperdiciado, por voluntad propia, la única oportunidad que tenía en su vida de jugar un Mundial. Si en 2020 le dicen que en 2022 no iría a un Mundial y el que quizá pueda ir sea Ferran Jutglà, el 9 que entonces estaba en el filial... se hubiera meado de la risa. Es lo que me pasa ahora a mí.

Un consejo: cuando esta noche duermas en tu querido Madrid, y estés en tu camica, miras al techo, y en voz alta te dices a tí mismo: «Raúl... no te ha llamao nadie. N-A-D-I-E.» Y le das las gracias al amiguete Presas, que te querías ir a la Premier y has acabado en el Rayo. Sí, en el Rayo Vallecano. Y ten cuidado con Iraola, amigo, que es otro buen entrenador; a ver si te vas a encontrar con otro Diego Martínez y vas a tener que hacer otro comunicado.

Ahora visitará programas de deportes de la capital y rajará sin oposición, mientras colegas asentirán con la cabeza y le dirán: «Si, Raúl. Aquello de Barcelona era insostenible». Estará bien que algún día RDT diga qué es lo que era insostenible. O qué pidió. Y porqué fingió. Un besi, Raúl.

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