La manifestación

Los camisas negras en su centenario

La ANC emula en Diada la pancarta de Laporta: "Ganas de vernos en las calles"

La ANC emula en Diada la pancarta de Laporta: "Ganas de vernos en las calles" / EFE / Quique García

Albert Soler

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Han tardado unos cuantos años, pero por fin la marcha sobre Barcelona del 11-S será con camisas negras, como está mandado. No debe de ser casual la fecha elegida, justo en el centenario de la marcha de los Camisas Negras sobre Roma, que tuvo lugar en 1922. Es natural que, como homenaje a tal efeméride, la ANC, sucursal catalana de la Asociación Nacional del Rifle, vista este domingo a sus cuadros de este color. Una organización que sostiene que la voluntad popular está por encima de la ley no puede llevar camisa de otro color que el negro, por algo Mussolini fue pionero de esa curiosa doctrina y así vistió a sus huestes. El homenaje al Duce que se prepara este domingo no contará con la presencia del chaval que preside del Governet, lo cual va a restar solemnidad al acto, aunque su ausencia será subsanada por la presidenta de la ANC, es de esperar que rapada al cero para que su figura, incitando a las masas desde el escenario, recuerde al añorado Benito.

La ANC ha estado disimulando durante mucho tiempo. Que si un año a manifestarse con camisa amarilla, que si al otro con camisa roja, alguna movilización con camisa verde, en fin, se trataba de ir cambiando el atuendo para que los seguidores las comprasen y así ir haciendo caja, que no son pocos los que viven de ello. Hasta este año, que organiza por fin una marcha de camisas negras, como las que se estilaban en Italia, para demostrar quién mandaba. No podían haber elegido momento mejor que el centenario de este hito, para mostrar al mundo la verdadera cara. Un siglo después, la ANC recupera el espíritu de aquellos jóvenes italianos que también quisieron la revolución.

La nueva dirección de la ANC, encabezada por su presidenta Dolors Feliu, ha esperado a la simbólica fecha de 2022 para dar carpetazo a la hipocresía de sus predecesores y ha decidido apostar por la honradez: a las manifestaciones lacistas se va con camisa negra para que nadie se llame a engaño. Seguirá costando 15 euros, hay cosas que no cambian y unos cuantos que sigue viviendo de ello, pero por lo menos serán 15 euros sin trampa ni cartón. No deja de ser paradójico que la transparencia llegue precisamente con el negro, color opaco por excelencia, pero así son las cosas del lacismo. El negro impone, y además no ensucia, o eso decía mi abuela, que iba siempre de este color, a saber si sería seguidora de la ANC avant la lettre. La famosa coreografía que idea la ANC se tornará este año mucho más sencilla, para redondear el homenaje a los valientes de 1922 bastará con que lo manifestantes marchen al paso de la oca.

Las marchas nocturnas con antorchas que también suele convocar la ANC, tan populares en la Alemania de los años treinta, ya alimentaban sospechas sobre el peculiar origen de sus movilizaciones, pero podía ser simple casualidad. La marcha sobre Barcelona de los camisas negras despeja cualquier duda, y por si la hubiera, la propia ANC ya se plantea presentar una lista electoral al margen de los partidos, cosa que emocionaría al Duce. Ya advirtió su presidenta, hace tiempo que, si hay que pasar por encima de los partidos políticos, se hará.

Las doctrinas políticas pasan, pero la humanidad permanece, podría haber dicho también. Pero eso ya lo dijo Mussolini. Feliz Diada, camisas negras.

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