APUNTE

El Barça se constipa y el Madrid, ni estornuda

sidente del club, Florentino Pérez. Casemiro extendió este viernes su contrato que le vincula con el Real Madrid hasta el 30 de junio de 2025, dos temporadas más de lo pactado anteriormente. EFE/Víctor Carretero/Real Madrid SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA /CRÉDITO OBLIGATORIO

sidente del club, Florentino Pérez. Casemiro extendió este viernes su contrato que le vincula con el Real Madrid hasta el 30 de junio de 2025, dos temporadas más de lo pactado anteriormente. EFE/Víctor Carretero/Real Madrid SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA /CRÉDITO OBLIGATORIO

Emilio Pérez de Rozas

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No tengo tanta historia en la cabeza como para eso e, incluso, ni siquiera me interesa comprobarlo, pero no soy, desde luego, de los que airean constantemente que el Real Madrid y el Barça son vasos comunicantes, que cuando uno está bien, el otro está mal. Si uno está bien es porque habrá hecho las cosas bien y si el otro, el que sea, está mal es porque habrá hecho las cosas horribles porque para que Real Madrid y Barça estén mal, mal, es que lo han hecho pesimamente porque, incluso cuando juegan eso, mal, pueden ganar.

Pero, de pronto, cuando al Barça se le acumulan los problemas con sus jugadores, con los que llegan (alguno no está ni inscrito y a otros, hasta les roban el reloj), con los que quieren sacarse de encima, con los que quieren venderse, con los que quieren rebajarles la ficha, con las ‘vacas sagradas’, ya despreciadas, con los jóvenes que se las prometían tan felices con la llegada de Xavi y ni cuentan con ellos, con los que huyen en busca de refugios más apetitosos, va el Real Madrid y ni pestañea al llegar el Manchester United y poner un auténtico escándalo de dinero sobre la mesa para llevarse a uno de los cinco jugadores más importantes de su plantilla, MVP del primer título oficial conquistado ya esta temporada (Supercopa de Europa), el brasileño Carlos Henrique Casimiro, que ni siquiera se llama, eso, Casemiro.

Relevo precipitado

No deja de ser portentoso, en serio, que un club que no tiene (o no se le conoce) director deportivo, esté en estos momentos tan tranquilo sabiendo que, dentro de dos horas, una de sus estrellas se va. Y se va dejando un hueco tremendo en el equipo, en la plantilla, en el vestuario.

Si Benzema, cierto, no tiene sustituto; Casemiro, hoy por hoy, tampoco. Pero….pero alguien, sin duda Florentino Pérez, ya había pensado en ello (alguien le susurró al oído que Casemiro "está perdiendo velocidad y claridad en su fútbol"), aunque la crisis tremenda del United le ha provocado un tsunami un año antes de lo previsto, pues todos coinciden que a Aurélien Tchouaméni, que de barato no tiene nada, aún le falta un hervor. Es más, Carlo Ancelotti dijo el otro día que "le pesa la camiseta, pero es un peaje que estamos dispuestos a pagar….este año". Este año, no; mañana mismo.

Muy bien pensado, planeado y organizado ha de estar el Real Madrid, bicampeón de España y Europa, para que, en poco tiempo, se le vayan jugadorazos de peso como Cristiano Ronaldo, que pidió la Luna y ‘Flo’ se la negó; Sergio Ramos, que pidió la Osa Mayor y ‘Flo’ se la negó; Varane, adiós con viento fresco y Bale, sí, sí, el que les dio más de una Champions, y el equipo sigue ahí, con un Courtois que lo para todo (si la oferta del United es por el meta belga, ni la escuchan, fijo), acumulando títulos en su vitrina.

Rica jubilación

Hay quien dice, aunque yo no lo tengo demasiado claro (o no creo que esté tan programado), que a Florentino Pérez, muy generoso con quien se comporta honesta, honrada y profesionalmente con su club, no le importa que los jugadores de 30 años o más saquen su último contrato fuera del Real Madrid, después de haber jugado los 250 mejores partidos de su vida con la camiseta blanca. Casemiro, que tiene sustituto programado en la persona del joven Tchouaméni, de 22 años, o en Eduardo Camavinga, de 19 (menos, en la persona de David Alaba, de 30), dejará un porrón de millones en caja y se irá cantando las mil maravillas de la Casa Blanca.

Como dijo tras ganar la Supercopa y ser nombrado el MVP del partido, "este club vive de victorias y títulos". Quién sabe, son muchos los que piensan (y, visto lo visto, hay que creerles) que el brasileño ya sabía del interés del United en el fiestón de Helsinki, pues la charla al oído con Ancelotti, le delata. "Me sorprende", contó aquella noche el jugador, "que un señor de 62 años siga queriendo ganar y celebre las victorias como un niño".

Y, encima, ni fichan

No hay duda de que en el Real Madrid hubiesen preferido que esta situación se produjese dentro de unos meses, pero cambian a un titular con Brasil, de 30 años, por un titular de Francia, de 22. Lo que ingresan ya lo tienen gastado, todo lo contrario de lo que ocurre en ‘Can Barça’, donde no son capaces, de momento, de vender al mejor que tienen en el escaparate.

Todo eso sucede sin que nadie en el Real Madrid pestañee, con el entrenador diciendo hoy, en plena conferencia de prensa, "sí, se va Casemiro y no vamos a fichar a nadie". ¿Oído barra? ¡No van a fichar! ¿Oído Camp Nou? ¡Se guardan (más) dinero para Mbappé!

Se va Casemiro, el eje sobre el que circula el balón (y alguna que otra patada) en el Real Madrid y nadie estornuda. Dicen que tienen equipo para 10 años, aunque el relevo del primer treinteañero se produzca antes de lo previsto. Vasos comunicantes, ya, ya.

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