De las separaciones, los reproches, el perdón y el naufragio

A veces todo depende de un gesto, se concentra todo en un instante. Y es en ese momento cuando cambiamos la percepción de la realidad. Pienso en ello a raíz de la serie ‘The Split’ (La separación), una producción de la BBC que nos narra la historia de unos bufetes de abogados especializados en divorcios y otros asuntos conyugales. Es un relato sobre la estima y las desavenencias, los resbalones y los errores, sobre el perdón y el olvido, los reproches y los recuerdos en las relaciones de pareja, las tragedias y la continuidad de una cierta idea feliz que consiste no en un principio, sino en la posibilidad de un final digno.

Tiene altibajos y quizá no es una serie perfecta (a veces raya en la inverosimilitud, y a veces es algo azucarada), pero, más allá de las argucias legales y de las negociaciones en torno a la ruptura, nos habla del amor y de la imposibilidad de vivirlo en plenitud. El gesto del que hablaba antes es el del final de la serie. La protagonista, Hannah Defoe, náufraga de tantas tormentas sentimentales, se gira de repente y mira a la cámara. Sin palabras, habla al espectador. Nos habla. Y nos dice: ¿Ya lo sabéis, no? Vosotros sois como yo, también habéis vivido lo que yo he vivido.

Suscríbete para seguir leyendo