Artículo de Ernest Folch

Réquiem por el 'FAQS'

A pesar del ruido, el 'FAQS' fue un excelente programa, injustamente linchado, y un espejo de nuestros defectos, que no soportaba ningún Dalmases de ningún partido

Francesc de Dalmases

Francesc de Dalmases / OMAR BARÓN / ACN

Ernest Folch

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Catalunya, España y el mundo están llenos de Dalmases, poderosos cabreados con la entrevista de turno que deciden tomarse la justicia por su mano. La tensión entre el poder y el periodismo es tan antigua como el mundo: todos podríamos contar crisis y discusiones subidas de tono por un artículo, una tertulia o un tuit, y por eso es hipócrita que algunos se hagan de repente los sorprendidos. Que ahora rivales políticos aprovechen el incidente para recalcar la maldad del político señalado para aparecer ellos como gente intachable casi da risa: que tire la primera piedra el primer partido, club de fútbol o institución que no tenga un Dalmases en sus filas que no haya encerrado a un periodista en un camerino, real o imaginario, después de una entrevista incómoda. De paso, también los periodistas deberíamos ser más autocríticos y quizás tener la piel menos fina: si nosotros tenemos el derecho a criticar a todo el mundo, debemos aceptar también ser fiscalizados en estricta bilateralidad. No justifico a Dalmases: su actitud denota una prepotencia alarmante, y que pasados unos días él y su entorno pretendan situarse como víctimas, en lugar de taparse humildemente, confirma una escasa noción de la realidad.

Pero en esta pequeña fábula olvidamos que si se produjo el desagradable incidente es porque antes hubo una excelente entrevista, en la que Cristina Puig apretó como es debido a Laura Borràs con la ayuda de otros tantos excelentes periodistas. He vuelto a ver la entrevista y les aseguro que vale la pena repasarla, porque es un choque de alto nivel, muy tenso pero vibrante, entre dos personas inteligentes. Borràs llegaba al plató desde un autohomenaje en el Ateneu, pero Puig decidió con buen criterio cambiar los elogios por las preguntas. En un momento culminante, Borràs le reprocha a la presentadora que no haga una entrevista sino "un juicio previo" y Puig la corta de raíz: "usted ha venido aquí a defenderse, nosotros a hacer preguntas", una sentencia que podría servir de epitafio a lo que ha sido este excelente programa durante varios años, a pesar de las críticas furibundas que ha recibido. Es significativo que el 'FAQS', acusado hasta la náusea de ser proindependentista, haya sido paradójicamente asesinado por el independentismo, que tampoco lo soportaba, como demuestra el incidente con Dalmases. El 'FAQS', dirigido por Tian Riba y Pere Mas, fue acusado injustamente de sectario por todos los bandos a la vez, un fenómeno paranormal que explica que en realidad fue un espacio mucho más justo e independiente de lo que algunos creen. Porque el 'FAQS', con sus errores inevitables, fue en realidad un espejo gigante que puso en evidencia a los puros, enfermos de su propio dogmatismo, y que a menudo nos devolvió una imagen fea e intolerante de todo lo que sucedió estos últimos años en la sociedad catalana que muchos no podían soportar. En realidad, fue nuestro perfecto y particular chivo expiatorio: muchos le pedían al 'FAQS' lo que en realidad no se atrevían a exigir al poder. El enorme mérito del programa, y de Cristina Puig, fue mantenerse a flote y no perder la ecuanimidad en medio de un clima brutal de intolerancia, de linchamientos vergonzantes en las redes sociales de fanáticos diversos y de presiones políticas de todos los partidos sin excepción, que al final han logrado lo que pretendían: cargárselo. Los gritos de Dalmases en el camerino son en realidad un último y precioso homenaje a un programa que echaremos en falta mucho antes de lo que pensamos.

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