Opinión

Rafael Vilasanjuan

El baile de los lobos

Italia ha sido siempre preludio de grandes tendencias. No sería sorprendente ahora que la opción mas radical de la derecha neo-fascista lleve a Meloni a convertirse en la Primera Ministra.

Si no fuera porque las crisis políticas forman parte del paisaje italiano, podríamos pensar que lo que viene tras la caída de Mario Draghi es algo parecido al abismo. Un baile de lobos en medio del bosque italiano. El gobierno que saldrá de las urnas justo cuando acabe el verano será el 70 desde el final de la Segunda Guerra, es decir a una media de algo más de un año para cada cambio de gabinete. Paradigma de la fragmentación política y de la volatilidad de sus líderes, Italia regresa a las urnas de manera prematura. Pero no por habitual esta nueva convocatoria deja de ser inquietante.

"Paradigma de la fragmentación política y de la volatilidad de sus líderes, Italia regresa a las urnas de manera prematura. Pero no por habitual esta nueva convocatoria deja de ser inquietante"

El ascenso de la extrema derecha de los Hermanos de Italia, un partido creado a la sombra del movimiento neo-fascista, parece inevitable. Al menos uno de cada cinco italianos piensa decantarse por esta opción radical que lidera Giorgia Meloni y que está dispuesta a tensar las costuras del estado con un proyecto ultranacionalista en las antípodas del compromiso europeo de Draghi. Cierto que la misma fragmentación que afecta a gobiernos tan efímeros, puede cambiar los sondeos desde ahora hasta las elecciones del 25 de septiembre, pero parece poco probable una alternativa a la unión de las tres derechas: los Hermanos de Italia, junto a la liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi. En un momento donde la estabilidad de Italia y la de Europa es más necesaria que nunca, la unión de estos tres líderes más que una declaración de intenciones tal vez sea el anuncio de lo que está por venir.

Italia ha sido siempre preludio de grandes tendencias. Lo fue en los ochenta cuando votaba con pasión al Partido Comunista Y Enrico Berlingüer lograba reunir multitudes. Y lo sería dos décadas después cuando eligió a Silvio Berlusconi, para un primer gobierno efímero y ya con la entrada en el nuevo siglo conseguir el récord del ejecutivo que más tiempo seguido ha logrado mantenerse en el poder. Entre el eurocomunismo, que prendió luego por otros países como Francia o España, y el liderazgo de una figura histriónica como el magnate de la comunicación Berlusconi, anticipo de lo que luego significó Donald Trump, no sería sorprendente ahora la posibilidad de que la opción mas radical de la derecha neo-fascista lleve a Meloni a convertirse en la Primera Ministra.

"No deja de ser muy inquietante que Italia, uno de los países que cuenta para dar estabilidad y sentido a la Unión Europea, acabe teniendo el primer gobierno de un partido de ultraderecha que no reniega del fascismo"

Si en el plano local, acostumbrados como están a visitar los extremos, se empieza a asumir como posible, en el ámbito internacional no deja de ser muy inquietante que Italia, uno de los países que cuenta para dar estabilidad y sentido a la Unión Europea, acabe teniendo el primer gobierno de un partido de ultraderecha que no reniega del fascismo. En el bosque de la política italiana nunca han faltado lobos, pero con Salvini y Berlusconi, los dos por cierto muy próximos a Vladimir Putin, el baile que empieza en Italia puede acabar contagiando. Con la extrema derecha fuerte en Francia y avanzando en España, da la sensación de que también en Europa, bajo la amenaza rusa, no tardaremos en estar bailando con lobos.

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