Artículo de Desirée de Fez

Precuelas peligrosas

Me parece alarmante la abundancia de precuelas de filmes de terror muy populares y, en algunos casos, importantísimos para el género

Fotograma de 'La huérfana: primer asesinato'.

Fotograma de 'La huérfana: primer asesinato'. / El Periódico

Desirée de Fez

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Hace un par de días se lanzó el tráiler de ‘La huérfana: primer asesinato’ –la precuela de ‘La huérfana’ (2009)–, que se estrenará en septiembre. Explica el origen de la (no) niña protagonista de la popular película de Jaume Collet-Serra. Dos semanas antes, se había filtrado que ‘Apartment 7A’, la nueva película de Natalie Erika James (‘Relic’), podría ser una precuela del clásico ‘La semilla del diablo’ (1968) y desvelar la historia de la chica que se cae por la ventana cuando la pareja protagonista se muda al edificio donde sucede la historia. Y en marzo se anunciaba que lo nuevo de Paco Plaza, ‘Hermana muerte’, es un cruce de precuela y ‘spin-off’ de su aclamada ‘Verónica’ (2017). Cuenta el pasado de la monja que le da título, uno de los personajes más inquietantes de ‘Verónica’.

Estas son solo algunas de las precuelas de películas de terror que se estrenarán los próximos meses. Evidentemente, ni las precuelas ni ningún otro derivado (secuela, saga, ‘spin-off’) son algo excepcional en el cine de terror. Pero, incluso moviéndome entre la curiosidad por esas películas y las ganas de verlas, en 2022 no deja de parecerme alarmante la abundancia de precuelas de filmes muy populares y, en algunos casos, importantísimos para el género. Seguro que las razones que hay detrás de esas películas son distintas y variadas. Seguro que van de la decisión más oportunista a la más honesta. Y, por suerte, el cine de terror actual no solo se alimenta de derivados, también genera horrores nuevos. Sin embargo, en un momento en el que el tema se impone a las imágenes, todo tiene que ir sobre algo, se abusa de la metáfora y se exige la explicación y el significado (de ahí tantos artículos que analizan el final de series y películas), la proliferación de precuelas me inquieta. Básicamente por temor a que se ponga de moda un tipo de propuesta que, incluso con la mejor intención, explique demasiado y acabe con el misterio de relatos que son maravillosos precisamente por eso, porque están llenos de secretos, extrañezas y vacíos que cada espectador puede completar a su manera.

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