Opinión | Gemma Robles, directora de 'El Periódico de España'

Gemma Robles

Gemma Robles

Directora de 'El Periódico de España'.

Claves de urgencia sobre Sánchez: un cinturón para apretar al Ibex (y a Feijóo)

El líder del PSOE busca resucitar la ‘s’ de socialistas; reconciliarse con socios y clases medias y despeinar a un Feijóo al alza

Pedro Sánchez durante su intervención sobre el debate sobre el estado de la nación.

Pedro Sánchez durante su intervención sobre el debate sobre el estado de la nación. / David Castro

Vaya por delante que aquí llegan unas claves escritas con cierta urgencia –disculpen por tanto algún posible pecado por exceso o por defecto que tratará de ser corregido durante la jornada solemne parlamentaria- para intentar desentrañar la esencia del discurso de Pedro Sánchez. Un discurso trufado de medidas y de ideología, pensado y construido por un presidente y líder del PSOE en horas bajas, noqueado por una crisis salvaje derivada de la guerra en Ucrania y amenazado por una inflación que apunta a varias clases sociales del país. Además, urgido por el nefasto resultado que tuvo su partido en las elecciones andaluzas, en la que el PP de Alberto Núñez Feijóo enseñó, con fuerza, la patita electoral. 

Sánchez, por enésima vez, intenta poner en marcha su personal manual de resistencia, esta vez abrazándose a una clase media de la que pretende que cuando llegue el otoño del cabreo social –ese en el que tendremos que pensar si apretamos el botón de la calefacción o no- esté con él, aunque sea un poquito, y no contra él. Que si ha de estar contra algunos, sea contra los “poderosos”, contra los que tengan tentación de lucrarse, según ha sugerido el presidente con tono robinhoddiense en varios momentos de su discurso. “Me voy a dejar la piel para defender a la clase media trabajadora de nuestro país”. “Los beneficios no caen del cielo, salen de los bolsillos de algunos ciudadanos”. “Pedimos a las grandes empresas que cualquier beneficio derivado de esta situación no vayan a sueldos de altos directivos o a sus propios beneficios”, ha enfatizado.

El presidente anuncia impuestos para energéticas y la banca para socializar el coste y la incertidumbre de la crisis

En este contexto ha llegado la lluvia de anuncios sobre bonificación del cien por cien de los abonos para trenes que dependan de Renfe desde septiembre, la ampliación de becas o el desbloqueo de la operación campamento en Madrid, para facilitar vivienda social, entre otras cosas. Pero la que ha generado más aplausos de los socios parlamentarios de Sánchez ha sido, sin duda, la de los impuestos coyunturales para las grandes empresas energéticas del país y, oh sorpresa, también para las financieras. ¿Contentos con esto en la parte morada de la coalición? “Es lo que estábamos pidiendo. Faltan las grandes corporaciones que cotizan en bolsa, pero bueno, vamos poco a poco ensanchando el marco de los ingresos públicos”, ha replicado, ya en la calle una vez finalizado el discurso, la vicepresidenta Yolanda Díaz. Ya saben, la que quiere “sumar” de forma transversal en España.

¿Cómo afecta al PP?

Cabe destacar que en las últimas semanas, como bien ha explicado hace unos días mi compañera Paloma Esteban en 'El Periódico de España', el flamante líder de los populares, Núñez Feijóo, ha ido sumando a sus propuestas supuestamente dirigidas a la clase media un claro acercamiento a las patronales de todo el país, además de una evidente reconciliación con el jefe de la CEOE, Antonio Garamendi. Por tanto, si Sánchez decide ahora resetearse y resetear a su Ejecutivo apretando el cinturón a las grandes empresas del país, especialmente a las energéticas y a las financieras –que están recibiendo en estos momentos lo suyo en las bolsas a cuenta del Debate del estado de la nación- de alguna manera cree estar moviéndole el flequillo también al político gallego. Hasta que llegue el examen con las urnas, serán las encuestas las que nos vayan diciendo si acierta o hierra en el cálculo estratégico.

¿Y qué dice el PP? De momento poco. Su líder, Feijóo, no es diputado y quiere dejarle el foco a su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra. El gesto, todo sea dicho, le honra. ¿Y qué dice ella? En una comparecencia sin preguntas y de urgencia, que lo de Sánchez no es serio. Que el problema del país es su presidente. En resumen, que les vaya dejando paso…. De la oferta de pactos de Estado del presidente desde la tribuna, de momento, nada de nada. A la espera quedamos.