Pros y contras | Artículo de Josep Maria Fonalleras

La colosal tontería de prohibir el arco iris

Algunos países árabes han decidido que el arco promueve la homosexualidad y han iniciado una 'razia' contra todo objeto que se atreva a lucir los siete colores puestos en fila. "Llaman a la desviación”

Arco Iris junto a la estatua de Colón, en febrero del 2021

Arco Iris junto a la estatua de Colón, en febrero del 2021 / ROBERT RAMOS

Josep Maria Fonalleras

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El arco iris es un fenómeno natural que tiene una extensa bibliografía iconográfica. La acumulación ordenada de los colores del espectro visible, alineados, los siete, sobre el cielo con una precisión arquitectónica, nos ha maravillado desde siempre. Cada uno lo ha definido a su manera: 'arc de Sant Martí', 'arcobaleno' (se forma con el relámpago), 'rainbow' (el de la lluvia), 'arc en ciel', y todos lo hemos identificado como un prodigio de vitalidad, la exuberancia de un todo que se deshace en variaciones sin dejar de ser el todo de dónde salen y en dónde confluyen los colores. Los ciclistas que ganan el Mundial lo exhiben todo el año, en el pecho, como un honor, y una tal Dorothy lo que quería es ir más allá de la bóveda celeste para descubrir qué se escondía. También lo han utilizado los ecologistas y, desde hace unos años, el movimiento LGTBI+, símbolo de variedad y acogida.

Algunos países árabes (Arabia Saudita, Qatar) han decidido que el arco promueve la homosexualidad y han iniciado una 'razia' contra todo objeto (juguetes, cometes, camisetas, bolsos, lápices) que se atreva a lucir los siete colores puestos en fila. "Llaman a la desviación”. Tendrán que encarcelar al Mago de Oz, visto el panorama.

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