Pros y contras | Artículo de Emma Riverola

La izquierda y su lío con la roba tendida

El lío con la colada es el ejemplo perfecto de cómo la izquierda no siempre se acuerda de lo básico: el modo en que viven las personas y qué medidas tomar para mejorar sus vidas

La calle Spaccanapoli, de Nápoles, escenario de muchas de las novelas de Elena Ferrante.

La calle Spaccanapoli, de Nápoles, escenario de muchas de las novelas de Elena Ferrante. / periodico

Emma Riverola

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El Ayuntamiento de Nápoles ha dado marcha atrás, no sancionará por tender la colada en las ventanas y balcones que dan a la vía pública. La reacción popular fue tan contundente que el alcalde se apresuró a retirar una medida incluida en un nuevo plan de decoro urbano. Las sábanas, vestidos, bragas y calzoncillos seguirán secándose por encima de las testas de los transeúntes. ¿Y dónde iba a ser? La respuesta fácil es en la secadora, por supuesto. En plena recesión, ¿iba a el ayuntamiento a pagar el electrodoméstico a los vecinos? ¿Y la factura energética? ¿Y el daño medioambiental? Eso por no entrar en el debate sobre ética y estética. 

Gaetano Manfredi alcanzó la alcaldía de Nápoles en 2021 como independiente de una coalición de centroizquierda. Fue rector de universidad y ministro de Universidades e Investigación. El lío con la colada es el ejemplo perfecto de cómo la izquierda no siempre se acuerda de lo básico: el modo en que viven las personas que está en su esencia defender y qué medidas tomar para mejorar sus vidas. Que la propuesta fuera en pro del decoro mejora la metáfora. ¡Esa querencia por el sermón, por ocultar tras los muros lo que no gusta ver en las calles y enredarse en polémicas que solo desgastan!  

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