Elecciones en Andalucía

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Una oportuna mayoría absoluta

Este 19-J brinda a Alberto Núñez Feijóo la oportunidad de presentarse como una alternativa moderada al desorden del actual Gobierno de Pedro Sánchez

Juanma Moreno y Alberto Núñez Feijóo.

Juanma Moreno y Alberto Núñez Feijóo. / EFE

El PP de Juan Manuel Moreno Bonilla ha logrado que los electores andaluces le hayan concedido por primera vez la mayoría absoluta en el Parlamento de la comunidad autónoma más poblada de España. Este PP llegó al poder, hace casi cuatro años, tras un mal resultado electoral gracias a una coalición de gobierno con Ciudadanos, que consiguió 21 diputados y, por primera vez en la democracia recuperada, el apoyo parlamentario de Vox. Este domingo, Moreno absorbió los 21 diputados del partido de Albert Rivera, con el que ha gobernado sin enfrentamientos ni estridencias, y solo dio oxígeno a Vox para sumar dos escaños cuando lo tenía todo a favor, el malestar social por la inflación, el empuje de las encuestas y una candidata promocionada durante meses desde el Congreso de los Diputados. La fórmula de Moreno Bonilla, que inspira y se inspira en el PP de Núñez Feijóo, se ha demostrado más eficaz que las salidas de tono de Isabel Díaz Ayuso dando cancha a las ideas y a las formas de Vox para confrontar con la izquierda. Moreno ha ninguneado a Vox, ha seducido a los votantes del PP y del PSOE que se fueron a Ciudadanos en lo peor de la crisis financiera y no ha dado miedo a los votantes de centro izquierda. Esta parece ser la fórmula que puede liberar al PP del populismo de Vox y abrirle las puertas de la Moncloa sin preocupar a sus socios europeos.

La primera mayoría absoluta del PP en Andalucía se ha cimentado también en el retroceso de la izquierda en su conjunto. PP y Vox tienen ahora un mínimo de 12 diputados más de los que sumaban con Ciudadanos en la anterior legislatura. El PSOE solo ha cedido tres, en lo que no es una catástrofe pero sí un desastre. El proyecto de Juan Espadas no ha tenido tiempo de dejar atrás las rencillas con Susana Díaz y ha sufrido su excesiva dependencia de Ferraz. A su izquierda, la situación sí que ha sido catastrófica. La dos candidaturas surgidas de lo que había sido el espacio de Unidas Podemos han cedido 10 escaños. La lección es clara: cuando los políticos se dedican a hablar de ellos mismos y de sus problemas e ignoran a la gente y sus problemas, la debacle está asegurada por ideas muy justas que se defiendan.

Veremos cómo administra Moreno Bonilla esta histórica mayoría absoluta. Si hace como Aznar en el 2000 o Rajoy en 2012 y convierte su moderación en una apisonadora de todo lo que huela a defensa del Estado del bienestar o a protección de los derechos civiles, entonces lo pagará en las próximas convocatorias. Pero este 19-J brinda a Alberto Núñez Feijóo la oportunidad de presentarse como una alternativa moderada al desorden del actual Gobierno de Pedro Sánchez. Y para ello, lo primero sería darle apoyo en aquello que pueda ser esencial para el buen funcionamiento de las instituciones, la administración de la economía en plena guerra con Rusia o el aprovechamiento de las ayudas europeas que, en los próximos meses, estarán más condicionadas a la realización de ajustes internos. Este compromiso de Feijóo solo será posible si Pedro Sánchez vuelve a mutar su piel. Nadie duda de que, siendo como es, no hará lo que muchos harían hoy en su lugar y es de esperar que agotará la legislatura a cualquier precio. Solo queda pedirle que no se lleve al país por delante en ese empeño. Seguir alimentado las trifulcas de su partido con Unidas Podemos y los debates anodinos en el seno de este espacio político es inaceptable con una guerra en marcha, una inflación galopante y un programa europeo de salvación de la deuda pública española que habrá que apoyar con reformas de calado.