Pros y contras | Artículo de Emma Riverola

La piel inquietante de los robots

Científicos japoneses creen factible llegar a recubrir humanoides con piel viva y así facilitar su aceptación social

DAL-e, el nuevo robot humanoide de atención al cliente de Hyundai

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Emma Riverola

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Se denomina ‘valle inquietante’ a la sensación de repulsión que un robot puede ocasionar si su apariencia se asemeja demasiado a la de un ser humano. Algo de desasosiego sí produce la creación de unos investigadores de la universidad de Tokio: un dedo cubierto por una suerte de piel humana viva. El engendro aún está en proceso, pero los científicos creen factible llegar a recubrir humanoides con piel viva y así facilitar su aceptación social. Shoji Takeuchi, director del trabajo, habla de “construir una nueva relación entre humanos y robots”. Se supone que esa piel nos ayudará a aceptar a los humanoides para, por ejemplo, realizar cuidados de enfermería o en el sector servicios

La piel. Llevamos una humanidad discriminándonos y matándonos por el color de la piel. La mayor o menor producción de melanina está directamente relacionada con la cantidad de esfuerzo que un individuo deberá emplear para tratar de conquistar el bienestar. O, simplemente, sobrevivir. El dedo japonés luce piel clara. Cuando el experimento haya evolucionado, ¿será ese el color elegido? ¿Se seleccionará el tono según las labores? ¿Ayudará a perpetuar el racismo o a superarlo? La inquietud ya supera el valle y se extiende al futuro.  

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