Artículo de Jordi Mercader

Collboni, la canción del verano

Los socialistas han dejado de tener prisa, pero si en algún momento creen haber identificado a un candidato o candidata que les pudiera convertir en primera fuerza en Barcelona no van a dudar ni un instante

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni.

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni. / EFE/Toni Albir

Jordi Mercader

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El apellido Maragall le concede un concejal extra a ERC según algunos expertos republicanos que ya se han resignado a presentar un candidato patriarca para no perder dicho concejal, que dadas las predicciones de los sondeos puede resultar definitivo. Ada Colau seguramente lo es todo para los comunes; pero ¿cuánto le aporta Jaume Collboni a la lista del PSC? Esta es la pregunta que los socialistas tratarán de responderse este verano. De momento, aseguran no tener previsto efectuar cambios en su lista para el Ayuntamiento de Barcelona y seguro que, a día de hoy, la afirmación es totalmente cierta.

Nadie puede dudar de que la experiencia del PSC hará que a sus dirigentes no le tiemblen las manos a la hora de votar un cambio de última hora si se da el caso; ni al propio Collboni le sorprenderá que tal hipótesis vaya a cumplirse, porque él sabe perfectamente en qué partido milita y no se llevará a engaño. El PSC es actualmente una oferta al alza porque ha sabido subrayar su condición de partido refugio frente a los que quisieran retroceder a finales del siglo XX y respecto de quienes están dispuestos a arruinar al país por un siglo como mínimo por una improvisación mal justificada. De todas maneras, esto podría ser insuficiente para ganar la alcaldía de Barcelona. 

Los socialistas han dejado de tener prisa, están sentados en el Parlament esperando que desfilen los derrotados, pero si en algún momento en los próximos meses creen haber identificado a un candidato o candidata que les pudiera convertir en primera fuerza en Barcelona no van a dudar ni un instante. La cuestión es si tal identificación será el resultado de un estudio comparativo de perfiles o el proceso se cumplirá a partir de una intuición de Pedro Sánchez. Las pésimas expectativas de la última intuición de Sánchez en Andalucía son, justamente, la causa más directa de los nervios del PSOE y de las cábalas desatadas para poner bálsamo a la herida electoral andaluza, aun antes de producirse. La intuición tiene límites.

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