Artículo de Juli Capella

Otro mundo en la terraza

En Barcelona, el 67% de los edificios tienen cubierta plana, por tanto, accesible y usable. No solo se trata de más superficie, sino de diferente cualidad, con la magia de la altura con vistas. Es un territorio a recuperar y explorar

Rooftop Bar del Hotel Riu de la plaza de España

Rooftop Bar del Hotel Riu de la plaza de España

Juli Capella

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Recuerdo, de pequeño, subir a una azotea de la Ronda Sant Pau en Barcelona para ver cine. Era durante la verbena de Sant Pere, te llevabas los bocadillos de casa y comprabas las bebidas en la cervecería Bohemia, por donde accedías, subiendo unas escaleras hasta el terrado. La pantalla estaba pintada en una medianera. Éramos unas doscientas personas, si la memoria infantil no lo infla. Y también recuerdo a mi madre lavando la ropa en el terrado de casa, mientras nosotros jugábamos en ese universo superior paralelo.

En Barcelona, el 67% de los edificios tienen cubierta plana, por tanto, accesible y usable. Nuestra climatología no requiere la cubierta inclinada de otras latitudes. Eso libera cientos de hectáreas donde poder aliviar el conflicto de usos que se libra en el espacio público a nivel de calle. No solo se trata de más superficie, sino de diferente cualidad, con la magia de la altura con vistas. Es un territorio a recuperar y explorar. Puede servir para plantar vegetación, que funcionará como aislamiento térmico y acústico del edificio. También como huerto de autoconsumo. En ambos casos, cada 10 metros cuadrados de verdura estarán filtrando anualmente dos kilos de partículas contaminantes. También es un espacio ideal para instalar depósitos de agua, placas fotovoltaicas o de agua caliente. Pero, sobre todo, para subir a respirar dejando abajo ruido, humos y ajetreo. Muchos hoteles ya han entendido esta oportunidad creando sus 'rooftops'. Y algún edificio público, como el Museu Blau. En la cubierta del hotel OMM plantamos un pequeño huerto. Pero, a pesar del programa Terrat Viu i Coberta Verda, quedan a disposición miles de pequeñas oportunidades.

El Rotterdam Rooftop Days es un festival anual para recuperar estos espacios. En esta edición, el estudio de arquitectura holandés MVRDV ha creado un paseo de 600 metros que enlaza, cruzando calles, tres cubiertas a 30 metros de altura. 

Hay otra ciudad paralela, y está en esta. Pero encima nuestro, hay que empezar –volver– a usarla.

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