Opinión | Análisis

Rafael Tapounet

Rafael Tapounet

Periodista

El fichaje es Sergi Roberto

Sergi Roberto, en un entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Sergi Roberto, en un entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. / FCBarcelona

Les advertíamos hace unas semanas desde esta columna que en el mercado futbolístico de verano al aficionado azulgrana le esperaba un duro tiempo de desengaño y pesadumbre, y en esas estamos ya. Al anuncio del fichaje del prometedor Aurélien Tchouaméni por parte del Real Madrid -una transacción que hará cambiar de manos 80 millones de euros más otros 20 en variables (uno se imagina a Florentino Pérez depositando en la sede del AS Monaco una enorme maleta llena de billetes pequeños y sin marcar para financiar la guerrilla contra los clubes estado)-, le responderá el viernes el FC Barcelona con la firma de la renovación de Sergi Roberto, una operación tan ilusionante como una visita al dentista.

Esa prolongación del contrato de un futbolista de 30 años que en la última temporada ha jugado entre todas las competiciones un total de 12 partidos (solo la mitad de ellos como titular) por culpa de las lesiones retrata con dolorosa crudeza la realidad del club azulgrana. Por más que desde la entidad se insista en subrayar que Xavi considera al de Reus una pieza útil por su polivalencia y su comprensión del juego, resulta difícil sostener que la decisión de renovarle responde principalmente a un criterio deportivo; la fea verdad es que, por esos incomprensibles birlibirloques de las normas del ‘fair play’ financiero, el Barça ahorra (al menos a corto plazo) más dinero ofreciéndole un nuevo contrato a la baja a Sergi Roberto que abriéndole la puerta de salida, puesto que así elude la obligación de pagarle una de esas primas de fidelidad con las que Josep Maria Bartomeu recompensó en su día a los pesos pesados del vestuario.

No es esta, claro, la mejor manera de construir una plantilla competitiva, pero, como dice el padre de Tony Manero en ‘Fiebre del sábado noche’, “con cuatro dólares no puedes comprar ni tres dólares”. Y eso es todo lo que hay en la caja azulgrana: cuatro dólares (en un solo billete, así que probablemente será falso). ¿Lewandowski? ¿Raphinha? ¿Bernardo Silva? ¿Koulibaly? Por el momento, habrá que darse con un canto en los dientes si lo de Sergi Roberto ayuda en algo a desbloquear la renovación de Gavi. Y así vamos.

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