Ágora

Trabajo con apoyo | El tiempo y las transformaciones

El trabajo con apoyo dirigido a personas con discapacidad intelectual y de desarrollo cumple 25 años en Catalunya

¿Ayudará la tecnología a la inserción laboral de las personas discapacitadas?

¿Ayudará la tecnología a la inserción laboral de las personas discapacitadas? / Pixabay

Conxita Folguera y Miquel Ángel Pellicena

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Hace unas semanas tuvo lugar en el Palau Macaya una celebración que nos alegra y llena de energía y optimismo en estos días complejos que nos toca vivir: 25 años de trabajo con apoyo en Catalunya. El lema de la jornada: "Exclusió cero".

De hecho, son más, porque lo que se celebraba eran los 25 años de Actas, la Associació Catalana de Treball amb Suport, pero algunas de las personas y entidades que la fundaron empezaron su labor ya con anterioridad. Son personas y entidades que creyeron que todo el mundo tiene derecho a participar en el mercado laboral y que había una manera diferente de hacerlo de aquella que a menudo se ofrece a las personas que tienen capacidades diferentes, una forma alternativa a lo que se denomina trabajo protegido en los centros especiales de trabajo. Si va a la web de Actas, verá que su objetivo es que se haga efectivo el artículo 27 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las personas con discapacidad.

El trabajo con apoyo va dirigido principalmente a personas con discapacidad intelectual y de desarrollo, un grupo heterogéneo y diverso. Se caracteriza por promover la incorporación laboral en empresas llamadas "ordinarias" en la legislación, a diferencia de los centros especiales de trabajo. Las entidades que hacen trabajo con apoyo, también llamadas agencias, acompañan a las personas que buscan trabajo, analizan sus cualidades y competencias, les ayudan a prepararse para la incorporación laboral, hacen prospección para identificar empresas y puestos de trabajo adecuados y, finalmente, trabajan con las empresas que pueden realizar las contrataciones, acompañando el proceso de incorporación. ¿Hasta cuándo se hace el acompañamiento? Hasta que sea necesario, se va ajustando al proceso. Las empresas, vistos los testimonios de esta jornada y de la que se celebró dos semanas antes, también en el Palau Macaya, bajo el título ‘Empresas con valores’, organizada por ACIDH, una de las entidades que forma parte de Actas, no solo valoran y agradecen este acompañamiento, sino que lo necesitan.

La celebración de los 25 años fue un despliegue y generación de energía. Encuentro presencial, recordar inicios y “25 años de luchas compartidas”, también lema de la jornada. Compartir y explicar todo lo que se ha conseguido, cómo se ha venido venciendo el escepticismo, no solo de las empresas, sino también de la sociedad, que hace tres décadas no creía en las posibilidades laborales de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo y que todavía se resiste a creer en ellos.

También hay que hacer referencia a las dificultades, a la jamás conseguida estabilidad en los programas de financiación del trabajo con apoyo, programas que han ido cambiando de nombre y que, al gestionarse de año en año, provocan incertidumbre a medio y largo plazo. Esta situación generó expresiones en los ponentes como: “¿Estamos donde estábamos?”, “esto es el día de la marmota”. El tiempo pasa y, al mismo tiempo, queda la sensación de que se ha ido lejos (3.000 personas en edad laboral trabajando y 1.500 empresas que las contratan), pero que algunas cosas no avanzan.

Y, por último, el coraje de mirarse y repensarse. La jornada terminó con una ponencia muy estimulante de Fernado Fantova en la que se analizaba el modelo de trabajo en nuestras sociedades. ¿Allá dónde queríamos ir, vale la pena ir? El mercado actual, con su precariedad e injusticias, ¿es donde queremos ir?

También había terminado de forma estimulante, dos semanas antes, la jornada de ACIDH, tras los testimonios de empresas y trabajadores, con los retos de futuro expuestos por el presidente de la entidad. La robotización y los cambios en el mercado laboral hacen necesario reflexionar sobre los trabajos que se ofrecen. Las soluciones apuntadas, buscar nuevos trabajos en sectores emergentes, repensar lo que se hace.

De las dos jornadas nos quedamos con esto: el coraje de transformar, el coraje de cuestionar. Y celebrarlo y compartirlo.

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