Conocidos y saludados | Artículo de Josep Cuní

Abascal: confunde que algo queda

La carrera de desinformación de Vox avala cualquier malentendido y potencia cualquier suspicacia

Acto de Vox en Cornellà de Llobregat para conmemorar la irrupción del partido en el Parlament hace un año

Acto de Vox en Cornellà de Llobregat para conmemorar la irrupción del partido en el Parlament hace un año / Enric Fontcuberta

Josep Cuní

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Es falso que en el programa electoral de Vox para Andalucía la primera propuesta sea eliminar la autonomía catalana. Es otro juego de las redes que lanzan informaciones sin verificar y engendran engaños sin contrastar. Al parecer, el documento en el que reza el despropósito corresponde al que la formación hizo público coincidiendo con el promocionado acto del pabellón de Vistalegre. Madrid,7 de octubre de 2018. Cuando tras la aplicación del artículo 155 por parte del gobierno de Mariano Rajoy, a la pujante escisión de su derecha todo le parecía poco y exigía que aquel estreno constitucional tuviera larga vida y vigencia permanente.

Las medidas escritas en lo que se considera acta fundacional del partido radical en el mismo marco donde lo hizo Podemos, por cierto, tenían la mirada puesta en España en la que, por supuesto, Catalunya ostentaba destacado protagonismo. Tanto por la coyuntura del momento como por la obsesión de la bandería. Por otra parte, los textos que cuelgan de la página web del Parlamento andaluz a los que se atribuye la base digital de la confusión lo son de los comicios anteriores, no de los previstos para el día 19.

Que algunos medios y políticos de izquierdas hayan picado el anzuelo y hayan contribuido a extender el desbarajuste es porque atribuírselo a Vox no sorprende. Al contrario. La carrera de desinformación de ese partido avala cualquier malentendido y potencia cualquier suspicacia. Y así es porque ellos así lo quieren. Es lo que tiene jugar a las medias verdades o a las falsedades completas, que al final provocan que la preocupación del ofendido no sea la mentira en sí, sino la duda sobre la credibilidad futura de cualquier proposición. 

Por otra parte, ante la falsedad la feligresía no solo asiente, sino que se crece. Y divulgándola la eleva al altar de sus convicciones mientras la expande porque, como Hitler, sabe que las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña. 

Que aquel entuerto propagandístico no tenga una base sólida, tampoco significa que Catalunya no vaya a tener un papel destacado en la presente campaña electoral andaluza. La prueba la tuvimos el miércoles en Cornellà, la ciudad elegida por VOX para dar el simbólico pistoletazo de salida a unos comicios que se celebraran a cientos de kilómetros de un municipio en el que viven tantos andaluces de procedencia y corazón como en la mayoría de localidades del sur de España. Y así, mientras Antonio Balmón, su alcalde socialista, acompañaba en l’Hospitalet a su amiga y colega Núria Marín a proclamar su fuerza, sus ganas y su intención de optar a la reelección, Santiago Abascal Conde (Bilbao, 14 de abril de 1976) se instalaba en aquel feudo opuesto enervando los ánimos de sus seguidores convirtiendo en verdad las imposturas de las redes. 

La excusa era celebrar el primer aniversario de la entrada de su partido en el Parlament en el que, por cierto, no consta una iniciativa, una acción, un titular que justifiquen tanto empeño en su representación que no sea disponer de atril para repetir su letanía habitual.

Y así, defendiendo con orgullo el orden constitucional van exponiendo ideas que atentan a la propia constitución. Quizás porque, como lamentó el filósofo, ni la utilidad de mentir es sólida ni el mal de la verdad perjudica mucho tiempo.  

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