En clave europea

Orbán refuerza su autoritarismo en la UE

Con la excusa de la guerra en Ucrania, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha declarado el estado de emergencia para poder gobernar por decreto e impulsa al mismo tiempo una alianza ultraconservadora para ‘reconquistar” las instituciones en la UE y Estados Unidos

Viktor Orbán.

Viktor Orbán. / Europa Press

Eliseo Oliveras

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El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha reforzado esta semana su régimen autoritario instaurando el estado de emergencia con la excusa de la guerra en Ucrania, tras otra reforma a medida de la Constitución. Esto evidencia, una vez más, las limitaciones de la Unión Europea (UE) para impedir que sus estados miembros desmantelen la democracia.

El partido ultraderechista Fidesz de Orbán reformó el 24 de mayo la Constricción (artículo 53) para incluir “los conflictos armados, la guerra o los desastres humanitarios en un país vecino” entre las situaciones en que puede instaurarse un estado de emergencia. La reforma fue aprobada de inmediato, gracias a la supermayoría parlamentaria obtenida por Fidesz en las elecciones del 3 de abril. La misión de observación de la Organización para la seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) concluyó que esos comicios no fueron justos, debido a las leyes electorales a la medida del partido gobernante, a la manipulación y presión sobre los votantes y a la información sesgada contra la oposición de los medios de comunicación (controlados masivamente por el Gobierno).

La reforma constitucional se adoptó el mismo día de la toma de posesión del nuevo Gobierno y Orbán declaró el estado de emergencia pocas horas después, lo que le permite gobernar por decreto, suspender temporalmente derechos fundamentales y leyes existentes y silenciar aún más a la oposición, privándola de su limitado poder de control parlamentario. Orbán justificó la decisión para poder “reaccionar de inmediato” y “proteger por todos los medios a Hungría” de las consecuencias de la guerra.

La estrategia autoritaria de Orbán es aplicada en Polonia desde 2015 por el Gobierno ultraderechista del partido Ley y Justicia (PiS). Pero, al carecer de la mayoría cualificada parlamentaria para cambiar la Constitución a su antojo, el PiS desmantela la democracia adoptando una legislación autoritaria avalada por un Tribunal Constitucional y una cúpula judicial bajo control y a través de la compra de medios de comunicación y el hostigamiento de los medios críticos. El Gobierno polaco también instrumentaliza la guerra de Ucrania para desviar la atención de su deriva autoritaria. El Parlamento polaco inició el 26 de mayo la aprobación de una reforma judicial cosmética para contentar a la Comisión Europea y al Tribunal de Justicia de la UE, pero que mantiene el control gubernamental sobre el sistema judicial, según la oposición.

Retroceso democrático

El Parlamento Europeo criticó el 5 de mayo el “rápido” agravamiento del deterioro democrático en Hungría y Polonia y denunció que sus gobiernos siguen sin aplicar “un número significativo de sentencias del Tribunal de la UE y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos”. Los eurodiputados recriminaron a la Comisión Europea que aún no haya aplicado a Polonia el reglamento que condiciona las ayudas europeas al respeto del Estado de Derecho, como hizo al fin con Hungría el 22 de abril. Polonia y Hungría tienen abierto un expediente por violación grave y persistente de los principios democráticos y del Estado de Derecho desde 2017 y 2018. Freedom House también alertó en su informe de abril del grave y rápido retroceso democrático de Polonia y Hungría.

La derrota del hasta ahora primer ministro esloveno, Janez Jansa, en las elecciones del 24 de abril ha permitido frenar la expansión del modelo Orbán dentro de la UE. Pero Orbán sigue siendo la referencia para la extrema derecha de la UE, como Vox (España), Reagrupamiento Nacional (Francia) y Hermanos de Italia y La Liga (Italia). La crisis económica y el disparo de los precios han colocado a Hermanos de Italia como la primera fuerza política en intención de voto en los últimos sondeos: 22%, superando al Partido Democrático (21%). Si se confirmara ese resultado en las elecciones, Hermanos de Italia podría dirigir el Gobierno, aliado con La Liga (16% de intención de voto) y con la probable colaboración de Forza Italia de Silvio Berlusconi (8%).

Orbán también es un estrecho aliado de los conservadores del Partido Republicano de Estados Unidos, que celebró el 19 y 20 de mayo en Budapest su reunión de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). En su intervención, Orbán hizo un llamamiento a los conservadores de Europa y EEUU a luchar juntos para “reconquistar” las instituciones de Washington y Bruselas, que “en manos de los liberales amenazan la civilización occidental”. Orbán también destacó que la clave para lograr el poder es controlar los medios de comunicación

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